

Una vez que los maestros de la artesanía en papel realizan sus maravillosas creaciones, éstas se queman y se convierten en cenizas. Este legado cultural lamentablemente se encuentra desapareciendo debido a la poca apreciación de las nuevas generaciones. La artesanía de las ofrendas de papel fue listada en 2017 como Legado Cultural Intangible en Hong Kong, demostrando su importancia en la cultura hongkonesa.
Las ofrendas de papel forman parte del folclore tradicional chino, Zhǐ zhā (纸扎), que comprende tanto los materiales como la técnica. Originarios de la dinastía Tang (618-907), estas artesanías han sobrevivido hasta la fecha en las celebraciones y funerales taoístas. Generalmente se realizan con 3 objetivos: obtener el favor de los dioses, agradar a los fantasmas para no hostiguen a los vivos y para ofrecer un sustituto de objetos a los muertos para que los utilicen en el más allá.

El de la izquierda es una ofrenda de papel el de la derecha es un verdadero celular. (Fuente: Tim Lau)
En la cultura asiática confuciana la piedad filial es un valor fundamental y por ello los chinos queman las ofrendas en forma de respeto a sus ancestros, ya que es la forma de proveer bienestar y confort a aquellos que aman en la otra vida. El “Libro de los Ritos: Doctrina del equilibrio y la armonía” (礼记‧中庸) establece que los descendientes deben realizar el ritual funerario para expresar su amor y honor, sirviendo así a aquel que partió hacia el más allá, de la misma forma en que lo hicieron mientras vivían.
Inicialmente los chinos ofrecían personas y animales vivos como ofrendas; obviamente con el tiempo se consideró una actividad extremadamente cruel por lo que la práctica fue abolida y reemplazada por muñecos. La representación más antigua fue encontrada en 1973 en una tumba de la dinastía Tang en Xinjiang. El marco del féretro estaba realizado con tablillas de madera pegadas con papeles de deshecho y pintado en rojo oscuro. Al madurar las habilidades en el manejo del papel las ofrendas de papel se convirtieron en elementos esenciales en los funerales.
Las ofrendas se dividen en dos categorías: Míngbao táng (明宝堂) utilizadas para ceremonias festivas, como las linternas de papel, fuegos artificiales y cabezas de leones; y la otra llamada Líng bao táng (灵宝堂) con propósitos exclusivamente funerarios como el puente de oro y plata, grullas y otros objetos necesarios para la vida en el otro mundo.
En la década de 1960, como resultado de la Revolución Cultural China, ante la concepción de la destrucción de los “Cuatro Viejos” (las viejas costumbres, la vieja cultura, los viejos hábitos y las viejas ideas); fue necesario simplificar el “rito” funerario y las ceremonias se consideraron como supersticiosas. Como resultado, en la China continental esta industria se paralizó, y muchos maestros artesanos se trasladaron a Hong Kong. Por esta razón, hoy día las personas que desean obtener buenos materiales recurren a los pocos maestros que quedan en en esta ciudad, ya que ellos mantienen las costumbres originales de producción manual de las ofrendas, a diferencia de las manufacturadas en China continental. Las ofrendas varían desde casas y sirvientes hasta modernos iPads, cigarrillos, baños, limousines, yates y todo lo que uno pueda imaginar: todo se puede enviar al más allá para rendir respeto a su querido ancestro.
En Hong Kong esta artesanía manual mantiene las características que debe tener este tipo de objetos, como una pasta formulada especialmente para unir el papel y el esqueleto hecho de varillas de bambú. Esta pasta debe ser cuidadosamente preparada para evitar grietas y hongos. El tipo de papel también debe ser considerado, ya que afectará a la forma en que se queme. El más costoso es el llamado Papel de sostén de Jade (玉扣纸), hecho a mano que se quema en una fina ceniza, también se utiliza el papel producido por máquinas, pero este produce una ceniza negra con mucho humo.
Así como ha cambiado la industria y venta de estos materiales, lo que más se solicita en estas épocas entran en cinco categorías: ropa (ya sea tradicional o moderna de marcas reconocidas, comida, dispositivos de uso en la vida diaria (electrónicos principalmente), transporte (bicicletas, autos, incluso naves espaciales), así como también ítems solicitados a pedido. Entre éstos últimos pueden citarse mascotas, instrumentos musicales, edificios o ciudades enteras).

Imitación de la casa Murray Stanley cuyo precio es de HKD21,000. (Fuente: Skea.com)
Si bien las ofrendas funerarias se realizan en áreas del exterior, el Departamento de Protección Ambiental de Hong Kong ha establecido reglas sobre los contenedores donde pueden quemarse, ya que pueden afectar al medio ambiente. Hoy en día la gente de Hong Kong es más consciente del cuidado del entorno natural, y creen que las ofrendas deben ser más reguladas y utilizar materiales menos contaminantes.
De todas formas, esta industria ha decrecido de tal forma que solo en Hong Kong no pueden encontrarse más de 10 maestros que se dediquen a la producción manual. Más allá que se le continúan realizando pedidos, la oferta manufacturada de China continental es más accesible y menos costosa, y puede obtener a través de la aplicación Taobao por ejemplo.
Lo más preocupante desde lo cultural, es que estos maestros no sólo están perdiendo su mercado, sino que además no disponen de aprendices para que este arte no se pierda. Por ello el gobierno de Hong Kong ha decidido incluirlo en los programas de primaria y secundaria como talleres, con el objetivo que este arte cultural milenario no se pierda.

Quemando el Bote de Buddha en un funeral. (Fuente: sycpaa.org)
Lo más cercano que podemos encontrar en la Argentina pueden ser dólares o yuanes en los supermercados del Barrio Chino de Belgrano en CABA junto a cuencos para quemar incienso.