

China ha anunciado su primera muerte confirmada por COVID-19 en más de un año, en medio de un aumento de casos de Omicron en el noreste del país. Las muertes se registraron el sábado en la provincia de Jilin, lo que eleva el número de muertes por coronavirus en el país a 4.638. China ha impuesto fuertes restricciones en ciudades como Shenzhen, Shanghai y Changchun para acabar con los brotes incipientes. Hubo 60 casos en Shenzhen, donde el gobierno local ordenó el cierre de la ciudad y tres rondas de pruebas masivas.
El domingo pasado medios locales informaron de más de 1800 casos de Covid en todo el país, lo que supone el primer aumento de la cifra de muertos en China desde enero de 2021, mientras el país lucha contra una oleada de la enfermedad impulsada por Omicron.
Las muertes elevan el número de muertos por coronavirus en el país a 4.638. China informó 4.051 nuevos casos el sábado, por debajo de los 4.365 del día anterior, dijo la Comisión Nacional de Salud. Mientras tanto, el presidente Xi Jinping no da señales de relajar su estricta política de cero COVID. El jueves, Xi dijo a los funcionarios que contuvieran el ritmo de propagación lo más rápido posible. En su intervención en una reunión de los máximos dirigentes chinos, Xi dijo que el país debía “seguir poniendo a las personas y la vida en primer plano, atenerse a la precisión científica y a la dinámica cero, y frenar la propagación de la epidemia lo antes posible”, informó la cadena estatal CCTV.

Una persona camina por una avenida vacía en Changchun, China, el 14 de marzo. Fuente: CNN.
Las principales calles de Shanghái, habitualmente bulliciosas y rodeadas de centros comerciales y oficinas, quedaron desiertas al tiempo de que se ordenara el cierre temporal de muchos restaurantes. Mientras que las cadenas de restaurantes de comida rápida como KFC y McDonald ‘s, sólo ofrecían opciones de comida para llevar o para delivery y son de los pocos que permanecieron abiertos.
La política de cero COVID también ha golpeado fuertemente a los restaurantes. Yum China, (una empresa china de restaurantes de comida rápida, constituida en Estados Unidos y con sede operativa en Shanghai, y que por cierto se encuentra incluida en la famosa lista Fortune 500) que gestiona cadenas como KFC y Pizza Hut, a partir del 13 de marzo ha suspendido las comidas en el local, o ha interrumpido sus operaciones, en sus alrededor de 1100 restaurantes, que supone cerca del 10% de su red nacional. Las ventas de Yum China en las dos primeras semanas de marzo descendieron un 20% respecto al año anterior.
Los principales centros comerciales y cadenas de cines también han cerrado temporalmente. En cuanto a los destinos turísticos, también se han visto duramente afectados ante las medidas de restricción. Disneylandia en Shanghai se encuentra abierto pero mantendrá su capacidad reducida, además de que los visitantes deberán mostrar un resultado negativo en una prueba de PCR realizada en 24 horas. Varios parques, zoológicos, acuarios, museos, teatros, galerías de artes y demás centros culturales también han sido cerrados temporalmente.
Por otro lado, las tiendas online están disfrutando de un aumento de la demanda. Las tiendas de comidas de envío por delivery como Fresh Hema (del grupo Alibaba) y Meituan, no dan a basto con la cantidad de órdenes, por lo que han contratado nuevos empleados para que formen parte de su flota de deliveries, en Shanghai y Shenzhen.
En Hong Kong se está luchando actualmente para controlar el peor brote de lo que va de la pandemia, ya que supone un grave riesgo para la población anciana del territorio. Su tasa de mortalidad es actualmente una de las más altas del mundo. Asimismo, la variante Ómicron, altamente contagiosa, ha supuesto un reto para la aplicación de la política antiviral china debido al gran número de casos asintomáticos que no pueden ser fácilmente rastreados y contenidos