

En el plano académico, mientras que algunos estudiantes deciden enfrentarse al examen gao kuo e intentar quedar entre los mejores para elegir entre prestigiosas universidades chinas, otros deciden aventurarse en cursar estudios en casas de altos estudios en el exterior. Este último grupo ha incrementado con el paso de los años, convirtiendo a China en uno de los principales países exportadores de estudiantes internacionales.
La mayoría de estos estudiantes chinos tienen como destino principal los Estados Unidos (unos 360.000 chinos estudiaban en universidades estadounidenses en el curso 2017/18), el Reino Unido, Australia o Canadá. Sin embargo, los efectos de la pandemia en la demora de los visados estudiantiles y en desacuerdos en las relaciones bilaterales con Australia ponen en juego nuevos escenarios. La oferta académica de instituciones situadas en países europeos y por qué no en América Latina, presenta una oportunidad más que interesante.
Durante el año académico 2020-2021, China tenía registrados estudiantes internacionales provenientes de 195 países y regiones, un 35 por ciento más que en 2012, indicó el mencionado ministerio. Este aumento progresivo da cuenta de la creciente demanda de profesionales formados para ser parte de la proyección multipolar del país, especialmente luego del proceso de Reforma y Apertura iniciado en 1978 por Deng Xiaoping. En el marco de este proyecto, las principales áreas de estudios en que se fomenta la capacitación son en ciencia y tecnología.
Fuente: https://daxueconsulting.com/covid-19-impacted-chinese-students-abroad/
Más allá de los incentivos personales, en China existen diferentes políticas públicas que fomentan el retorno de los estudiantes a su tierra natal. Una de ellas, la cual podría considerarse de peso fundamental para acceder al mercado laboral, es contar con el prestigio de reconocimiento académico de la casa de estudios. El país ha firmado acuerdos sobre reconocimiento mutuo de calificaciones y títulos académicos con 58 países y regiones, y ha establecido institutos y aulas Confucio en cooperación con 159 países y regiones, según fuentes oficiales.
Otro de los atractivos ofrecidos por las ciudades más importantes como Beijing, Shanghai, Shenzhen y Guangzhou, consiste en poder acceder al hukou, el registro de residencia que les da acceso a los servicios públicos de las ciudades tales como privilegios fiscales y beneficios sociales. Entre estos se destacan una cuota predefinida de plazas en las universidades, el acceso a determinados trabajos y las prestaciones por desempleo.
El mercado de los estudiantes chinos que emigran hacia el extranjero para completar su formación podría ser considerado como un objetivo con un gran potencial en materia de acuerdos y prestaciones de servicios. Considerando la cooperación educativa internacional de China en asociación con organizaciones internacionales y dentro del marco de mecanismos multilaterales, las oportunidades a futuro podrían ser prometedoras si se trabaja en conjunto con los proyectos del gigante asiático. ¿Acaso sus políticas públicas podrían ser de utilidad para una América Latina que parece condenada a la fuga de cerebros?