

Desde que se propagó el virus definitivamente a lo largo y ancho de todo el mundo, China apostó en todo momento a la cooperación internacional y al fortalecimiento de los espacios multilaterales para enfrentar el coronavirus. Desde el envío de kits con insumos médicos y personal de salud para asistir a distintos países de Europa y Latinoamérica, hasta el anuncio reciente por parte del presidente Xi Jinping en la 75° Asamblea General de ONU en el que confirmó que ofrecerá otros 50 millones de dólares al Plan Mundial de Respuesta Humanitaria contra el COVID-19, China sostuvo siempre una postura colaborativa y de apoyo al resto de los gobiernos para combatir la pandemia.
En perfecta consonancia con dicha orientación, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China anunció este viernes su adhesión a la iniciativa mundial llamada Covax cuyo objetivo consiste en garantizar el acceso y distribución equitativ0 de las vacunas a todos los países del mundo. Este acuerdo busca evitar así cualquier tipo de acaparamiento por parte del primer país que logre conseguirla.
Esta alianza mundial liderada por la ONU, que apoya la investigación, desarrollo y fabricación de vacunas contra el coronavirus, busca que los países en vías de desarrollo tengan las mismas oportunidades para acceder a unas vacunas adecuadas, seguras y eficaces.
“El acuerdo es un paso importante dado por China para defender el concepto de una comunidad de salud compartida para todos y para honrar su compromiso de convertir las posible vacunas de COVID-19 en un bien público mundial”, dijo Hua Chunying, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores,
Actualmente China tiene 11 posibles vacunas contra el coronavirus de las cuales 4 se encuentran en fase 3. Una de ellas, la elaborada por la firma biofarmacéutica china Sinovac, posiblemente se empiece a usar en la población de San Pablo a partir de diciembre luego de haber arrojado muy buenos y prometedores resultados en las fases de ensayos clínicos.
“El propósito es promover la distribución justa de vacunas con acciones prácticas, asegurar que las vacunas lleguen a los países en vías de desarrollo y, al mismo tiempo, impulsar a más países con capacidades a que se unan y apoyen el `Plan de Implementación´. Al unirse a este plan, China también fortalecerá la cooperación en el ámbito de las vacunas con los países relevantes”, remarcó Hua Chunying.
Esta actitud por parte del gobierno China contrasta notoriamente con la del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien desistió de sumarse a la iniciativa impulsada por Covac, ya que para el magnate estadounidense se trata de una organización multilateral influenciada “por la corrupta OMS y China”. Recordemos que Trump, por otra parte, quiso comprar, en un primer momento, los derechos exclusivos del uso de la vacuna que estaba siendo elaborada por la biofarmacéutica alemana CureVac AG.
Cabe destacar que hasta este momento, China ya lleva cumplidos 55 días sin registrar casos autóctonos de contagios de coronavirus en su territorio.