

Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores de la República Popular China, explicó que la renuncia al cobro de las deudas se encuentra en el contexto de la búsqueda asiática por relaciones a largo plazo. De esta manera, el objetivo es que África considere al país del centro como su mejor aliado para progresar. Todo esto se da frente al “escenario de prácticas hegemónicas e intimidatorias”, en una clara alusión a la polémica visita de Nancy Pelosi a Taiwán a principios del corriente mes.
El alivio financiero fue anunciado el pasado 18 de agosto durante una reunión de seguimiento del Foro para la Colaboración entre China y África, que tuvo lugar en noviembre del 2021 en Senegal. Sin embargo, cabe destacar que en aquel momento el país asiático redujo un 33% su compromiso de financiamiento con África como resultado de una creciente preocupación por el nivel endeudamiento.
Cooperación en aumento
Según datos de la Iniciativa de Investigación China África, de la univerdad John Hopkins, entre 2000 y 2020, acreedores chinos y governantes africanos firmaron más de 1180 compromisos de préstamos por un valor superior a los USD 160 billones. Del total, dos tercios han sido destinados a proyectos de transporte, energía y minería. Asimismo, Angola, Zambia, Etiopía, Kenia y Camerún son los mayores tomadores de créditos chinos en términos de dólares.
Además, Wang Yi ha enfatizado en sus declaraciones otros puntos de acuerdos políticos entre África y China, como inversiones en cuestiones humanitarias y de insfraestructura. Entre las primeras se encuentra la asistencia alimentaria a Yibuti, Etiopía, Somalia y Eritrea. Luego, en el segundo grupo, se destacan como ejemplos el puente de Foundiougne en Senegal y el Nairobi Expressway en Kenia.
Finalmente, es importante subrayar que las inversiones chinas incluyen el apoyo a la Gran Muralla Verde, que corresponde a una serie de medidas para combatir los efectos del calentamiento global, principalmente desertificación y hambrunas. En este sentido, China también ha aumentado sus importaciones desde África.
Respesto por el principio de no injerencia
Wang Yi ha destacado su política de no interferencia con África declarando que China continuará apoyando la “resolución africana a problemas africanos”. Además, mencionó la oposición de China a la interferencia y agitación proveniente de países extranjeros en el continente africano.
En esta misma línea, el ministro acentuó su aprecio por el “fuerte compromiso de los países africanos para con el principio de una China y para con los esfuerzos chinos de salvaguardar la soberanía, la seguridad y la integridad territorial”.
En una aparente crítica a las sanciones estadounidenses y europeas a Rusia por el actual conflicto entre este último país y Ucrania, Wang Yi dijo que “África quiere un ambiente amigable y favorable, no la mentalidad de suma cero propia de la Guerra Fría. Se busca un ambiente que propicie la colaboración mutua para el mayor bienestar de la gente y no para logros geopolíticos de un país u otro”. Este tono discursivo tiene un creciente recibimiento positivo en ciertas partes de África, especialmente en países francófonos que demandan un cese a la influencia francesa en la subregión. De hecho, en las últimas semanas, Mali acusó a Francia de financiar milicias que buscan desestabilizar el país.
Así, China mantiene firmes sus estrategias en África y brinda soporte político y financiero, apostando al desarrollo. Esto, como es visible en los números, no es algo para nada nuevo, pero en estas últimas semanas se ha intensificado su comunicación, lo que puede ser considerado una respuesta indirecta a las provocaciones y las estrategias de Estados Unidos.