El pasado 8 de julio tuvo lugar la tercera ronda de diálogos de Alto Nivel sobre el Medio Ambiente y el Clima entre la República Popular China y la Unión Europea, con la finalidad de promover una «asociación verde» entre ambas partes.
La ronda de julio tuvo el objetivo de debatir sobre la participación de China en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (conocida como COP27), que se realizará en noviembre de este año en Egipto.
Según informó la agencia estatal de noticias Xinhua, la República Popular China, uno de los principales socios comerciales de la Unión Europea, busca lograr una mayor inversión extranjera directa por parte de esta región. En este marco, el país asiático se propone sostener su crecimiento económico desde una perspectiva sostenible, considerando los desafíos ambientales y climáticos, y es por ello que actualmente está ajustando sus políticas en materia climática.
Según el Informe sobre la brecha de emisiones de carbono de 2020, China, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia son responsables del 55% de las emisiones de gas de efecto invernadero. Sin embargo, existen compromisos para alcanzar la neutralidad de carbono en las próximas décadas. En el caso de China, el país se ha planteado como objetivo llegar a la neutralidad de carbono para 2060.
Por otro lado, recordemos que en el año 2015 se realizó la declaratoria tras los cuarenta años de cooperación entre China y la Unión Europea, en donde se establecieron varios acuerdos a nivel social, político, económico y ambiental. Al respecto, las partes reconocieron que el cambio climático es una de las amenazas para la humanidad, por lo que era importante establecer metas en relación a la seguridad energética y hacer frente a la contaminación del aire, agua y suelo.
La República Popular China, en tanto, estableció que la transferencia de conocimiento en un vínculo de cooperación, así como el establecimiento de mecanismos o estrategias que permitan el beneficio de ambas partes, son fundamentales para alcanzar las metas pautadas.
El compromiso de China, señalaron las autoridades gubernamentales, es llegar a ser un país verde, con bajas emisiones de carbono y aprovechando la innovación para buscar inversiones de infraestructura más eficientes y energía limpia.
En el diálogo de alto nivel sobre medio ambiente se reafirmó también la decisión de la Unión Europa de posicionarse como región líder en gobernanza climática global, y la decisión de China de mejorar sus políticas ambientales y afianzar la revolución verde.