

Las reformas económicas y políticas llevadas adelante por Deng Xiaoping trajeron como resultado un crecimiento económico cuya principal característica era su matriz exportadora. A raíz de esto, China vivió un desarrollo brutal de sus regiones costeras, mientras que el interior del país quedo rápidamente rezagado.
La desigualdad y las consecuentes decisiones del gobierno para mejorar las circunstancias del interior de China dieron como resultado el crecimiento exponencial de una ciudad relativamente poco conocida, que hoy en día es la cara visible de los esfuerzos del partido para desarrollar esta parte del país.
Chongqing es una ciudad a orillas del rio Yangtsé que se encuentra a 1700 kilómetros del mar de China. Si bien su fundación data del 316 A.C., su importancia histórica recién toma relevancia durante la segunda guerra sino-japonesa donde los nacionalistas la urgieron capital de la república. Para entonces, sus condiciones geográficas eran muy convenientes para resistir el avance japonés. La distancia al mar y la imposible navegabilidad del río Yangtsé hacían a la ciudad inmune a las invasiones terrestres y anfibias. Sin embargo, estaba expuesta a la fuerza aérea invasora, la cual fue implacable, convirtiendo a Chongqing en la ciudad más bombardeada de la segunda guerra mundial.
Al llegar el partido comunista al poder, Chongqing contaba con alrededor de doscientos mil habitantes y poco a poco fue convirtiéndose en una más de las miles de ciudades que se encontraban en el interior de China. Sin embargo, hacia el año 1997, sus condiciones geográficas volverían a darle una importancia estratégica que la convertiría en una de las ciudades más importantes de China.
La represa de las tres gargantas es, sin lugar a duda, el punto de inflexión en la historia de Chongqing. La colosal obra desplazó una gran cantidad de personas que fueron relocalizadas en esta ciudad, aumentando su población en 15 millones de habitantes entre 1996 y 1997. Este abrumador crecimiento demográfico convirtió a Chongqing en la ciudad de más alto crecimiento del mundo.

La represa de las Tres Gargantas en el río Yangtze, China. Fuente: Le Grand Portage
Los desafíos económicos y sociales junto a su importancia estratégica hicieron que la ciudad fuera administrada directamente por el gobierno central, compartiendo este privilegio junto a Beijing, Shanghái y Tianjin.
La represa no solo dotó a la ciudad de energía ilimitada para desarrollar una industria competitiva, sino que mejoró la navegabilidad del rio Yangtsé, logrando que las mercancías puedan ser exportadas con mayor facilidad y menores costos de fletes.
Además de la represa de las tres gargantas, Chongqing capitalizó otra de las grandes iniciativas del gigante asiático: la nueva ruta de la seda. Este megaproyecto conecta Chongqing con Europa a través de una impresionante red ferroviaria que atraviesa Eurasia en tan solo 21 días.
Estas dos monumentales obras convirtieron a Chongqing en un importante centro de producción de China, logrando alterar el paradigma distributivo que reinaba después de la reforma y apertura.
Actualmente Chongqing cuenta con 30 millones de habitantes y avanza rápidamente en todos los indicadores sociales y productivos. Y es de esperar que se posicione como una de las ciudades más importantes del mundo en los años venideros por lo que vale la pena recordar su nombre.