¿Cómo convierte China un desierto en un oasis?
Foto: AFP
La transformación del desierto de Mu Us se convierte en una esperanza ecológica para el mundo entero. ¿Cómo se logró?

El desierto de Mu Us se encontraba en el noroeste de China. Era considerado uno de los cuatro más extensos del país. Estaba ubicado en Mongolia interior, en la región autónoma de Hui de Ningxia. El desierto de la provincia de Shaanxi se caracterizaba por sus tormentas de arena y tenía una extensión de 42.200 hectáreas.

Desde la dinastía Tang (entre los siglos VII y X) hasta la dinastía Qing (entre los siglos XVII y XX) la zona se transformó de un espacio con abundante vegetación y ganado vacuno y ovino en un desierto denominado “artificial”. Se estima que aquella transformación tuvo como responsable el mal uso de los recursos por parte de los agricultores.

Actualmente se estima que el 93% del ecosistema se transformó en zona boscosa. El territorio verde de Shaanxi ha avanzado más de 400 kilómetros hacia el norte en las últimas seis décadas. ¿Cómo se logró semejante cambio?

Desde 1950 las granjas forestales estatales intentan frenar la desertificación y comenzaron a llevar adelante labores de revegetalización plantando árboles para detener las tormentas de arena, implantando sistemas de riego y de mejora de los suelos. Ante los inmediatos resultados positivos, los pobladores continuaron con el proyecto. En 1978 el trabajo de los pobladores fue apoyado por el Programa de la Franja Forestal Protectora de los Tres Nortes que se mantiene hasta la actualidad. La franja forestal surge con la filosofía de crear muros verdes que frenen la desertificación en el norte de país.

En 1985 el proyecto de forestación fue acompañado por la construcción de una fábrica de ladrillos y otra de prefabricados en el desierto de Mu Us.  También se desarrolló la industria forestal basada en dátiles rojos y con la cría de ovejas.

El salto económico es evidente. Según informa el People Daily el valor de los servicios en la zona que era un desierto saltó de 88.400 millones de yuanes (12.800 milllones de USD) a 195.100 millones de yuanes (28.000 millones de USD). Shi Guang Yin, secretario del comité del partido de la aldea de Shilisha, destaca que: “En la actualidad la productividad de esas tierras supera más de una tonelada por hectárea, aunque antes esa cifra era de entre 100 y 150 kilogramos”.

La transformación de un desierto en un oasis demuestran que con la creatividad de las poblaciones y el consistente apoyo del estado es posible multiplicar los recursos naturales. Además, genera esperanzas en la posibilidad de conjugar el desarrollo económico con la protección del ambiente. La experiencia del desierto de Mu Us podría ser emulada en países extensos con desiertos que ocupan una parte significativa de su territorio.