¿Cómo fueron posibles las reformas económicas de Deng Xiaoping?
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A partir de 1978 la República Popular China lleva adelante una transformación económica, social y política sin precedentes. Ese proceso tiene propuestas concretas y modificaciones que merecen ser tenidas en cuenta a la hora de analizar la construcción del “socialismo con características chinas”.

Con la primera generación de dirigentes surgida con la Fundación de la República de China (RPCh) proclamada en Nankíng, donde Sun Yat-sen es elegido como presidente provisional y Yuan Shikai como primer presidente definitivo, se establecen conceptos ajenos a la historia política de China, como una Constitución que establece un sistema parlamentario y elecciones periódicas. Para participar en estas elecciones, la Sociedad de la Alianza de Sun Yat-sen se convirtió en un partido político con el nombre de Partido Nacional Popular, el Kuomintang (KMT).

Entre los años 1927 y 1949, el gobierno estuvo bajo el mando de Chiang Kai–Chek, adoptando una política de reconstrucción, de desarrollo económico y de reunificación territorial con apoyo popular, aunque la invasión japonesa y la expansión del Partido Comunista lo llevaron a implantar un régimen dictatorial. Ante la entrada de los EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial y la derrota de Japón, comienza la lucha interna entre el KMT y el Partido Comunista por el control de las bases.

El 1 de octubre de 1949, Mao Tse-tung proclama la RPCh. Desde aquí hasta la muerte de Mao, podemos establecer cinco etapas históricas destacadas:

  • 1949 a 1957. Etapa de reconstrucción, modernización de la sociedad a manos de un sistema alineado con el modelo soviético. En 1953, se inicia el Primer Plan Quinquenal. Se racionalizan las empresas privadas y se inicia la colectivización agraria.
  • 1958 – 1962. El Gran Salto Adelante, donde se busca industrializar el país genera un atraso en el ámbito agrícola. En 1960 se produce la ruptura chino – soviética.
  • 1963 – 1965. Se corrigen los errores de la política económica del Gran Salto Adelante.
  • 1969 – 1976. La economía logra crecer con tasas relativamente altas (en torno al 7%).

En 1976, con la muerte de Mao, comienza la lucha por la sucesión y las primeras manifestaciones de la población en Tiananmen, en apoyo a las ideas de Deng Xiaoping, que sale victorioso como líder supremo.

Cuando llega al poder en 1978 se produce el acercamiento definitivo a los EE.UU. y rompe con las doctrinas de Mao, integrandose en los circuitos comerciales y financieros internacionales. Emite en 1979 los “Cuatro Principios Cardinales”: “China debía continuar en la senda de 1) la vía socialista, 2) la dictadura del proletariado, 3) el liderazgo del partido, y 4) el marxismo–leninismo unido al Pensamiento de Mao”.

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En el 12° Congreso del PCCh, se reafirma la tarea de construcción económica como el “objetivo prioritario de la modernización socialista”, para lo cual era indispensable la cooperación internacional, las inversiones extranjeras y la transferencia de tecnología. La Política de Apertura y Reforma de Deng condujo también a que China adoptase un nuevo concepto de seguridad nacional; ya no basada exclusivamente en un poderío militar, capaz de enfrentar futuras agresiones “imperialistas”, sino que garantizase la modernización económica y social.

En este contexto es indispensable identificar las innovaciones realizadas por Deng,  en torno a invocar la consigna ideada por Zhou Enlai de “Las Cuatro Modernizaciones”:

  • Agricultura. Anula el proceso de colectivización, permite la propiedad individual familiar. El Estado continuaba siendo el propietario de la tierra, pero la explotación pasó a los campesinos, aumentando la productividad. El propietario entregaba una parte preestablecida al Estado, con precio pre-concertado, y el resto lo podía comerciar en el incipiente mercado libre para obtener ingresos más altos. Además, se permitía realizar subcontratos de tierras ajenas empleando hasta cierto número de trabajadores que fue cambiando con el tiempo.
  • Industria. Desregularizaron de ciertas normas para aumentar la producción energética, mejorar el transporte, e incrementar las telecomunicaciones para agilizar las relaciones económicas internas y exteriores, apostando por el desarrollo de la industria ligera orientada a la exportación basándose en el principio de “puertas abiertas”.
  • Ciencia y tecnología. Se fomentaron los trabajos científicos y tecnológicos, así como la construcción de instituciones dedicadas a la investigación. Esto generó un aumento en la eficacia de la economía nacional.
  • Ejército. El objetivo principal en esta área fue la preparación de personal calificado, así como la modernización tecnológica y armamentística mediante los desarrollos tecnológicos logrados.

Asi, China comienza un período de asimilación de ideas y prácticas reformistas, hacia 1979 es posible notar una liberalización económica en las condiciones del agro y la industria. Al reanudar relaciones con la URSS y firmar acuerdos comerciales con EEUU pudieron observarse estos cambios, abandonando la primacía de la ideología maoísta “el revolucionario sobre el experto”, reemplazándolo por “busca la verdad en los hechos”.

Al hablar de la reestructuración económica china hablamos de una restructuración ideológica, que implica cierto aprendizaje capitalista y una adaptación a una cultura e historia propia. Por ello, podemos afirmar que el éxito de las reformas iniciadas por Deng Xiaoping se deben a una base social sostenida por un régimen autoritario. El pasado de la historia China, un patrón social común, una misma ideología permitió el comienzo de una readecuación del comunismo frente al capitalismo occidental.

Fue necesario reformar, fiscalizar y mejorar cada una de los escollos que se iban presentando hasta llegar a la liberalización total, para ello se estableció una planificación y reestructuración de empresas principalmente urbanas, invirtiendo en tecnología con el objeto de aumentar la productividad, fijando un sistema de precios que reflejaran y regularan las relaciones económicas, un sistema de salarios y precios, cooperación y organización de la economía entre el Estado socialista y las empresas, al tiempo que entre estos y las agencias promotoras del comercio interior y exterior.

Una mancha negra en la historia de Deng Xiaoping fueron las protestas de Tiananmen en 1989, manifestaciones lideradas por estudiantes, a los que se sumaron distintos grupos. Este incidente refleja, la problemática ante la dualidad: libre mercado/centralización del poder en manos del PCCh.

Deng enfrentó a la comunidad mundial con la “incursión al sur”, visitando la ciudad de Shenzhen, una de las más beneficiadas con la apertura económica, reafirmando tácitamente la continuación en la práctica de las reformas económicas para lograr el “socialismo con características chinas”. El tiempo le dio la razón, la penetración china en la economía global ha trastocado el equilibrio interno entre autoridad del Partido y libre mercado, cuestiones que fueron, y son enfrentadas por las generaciones de líderes que continuaron la tarea de Deng.

A sus sucesores aconsejó una actuación discreta en el exterior, basada en dos premisas fundamentales: “ocultar el potencial y esperar el momento oportuno”. Se trataba de “la estrategia de los 24 caracteres de Deng Xiaoping”, más tarde se le sumaron cuatro más con su visión de la política exterior: observar con calma, asegurar nuestra posición, hacer frente a los asuntos con tranquilidad, ocultar nuestras capacidades y esperar el momento oportuno, ser bueno en mantener un perfil bajo, nunca liderar la reivindicación, llevar a cabo operaciones de carácter modesto.

Nadie duda del éxito de la combinación de reforma económica en el interior y apertura hacia el exterior que, en palabras de Deng, tomó la forma de “socialismo con características chinas”, un concepto que desde entonces −y con gran fortuna− fue integrado dentro de la doctrina oficial de la RPCh.