Cómo reconstruir el orden mundial a través de un nuevo sistema cooperativo
Este artículo es un extracto de la primera serie de los “Estudios sinológicos internacionales” y está patrocinado por el Instituto de Investigación de la Franja y la Ruta de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing.

Traducción a cargo de Tania Giacomelli y Damián Finucci.

Liu Li, presidente de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing, mencionó en su prefacio de los “Estudios sinológicos internacionales” que la sinología es un puente académico importante para la integración entre China y Occidente. Los sinólogos son referentes culturales que promueven el aprendizaje conjunto entre la cultura china y las civilizaciones del mundo, así como La Franja y la Ruta es una guía y un camino para conectar a las sociedades. Con el fin de seguir fortaleciendo el importante papel de la sinología como orientación académica para la integración de China con la sociedad internacional y para mejorar los vínculos entre personas, el Instituto de Investigación de la Franja y la Ruta de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing publicó los “Estudios sinológicos internacionales”, que tiene como objetivo conectar los recursos mundiales de sinología y demostrar plenamente la investigación académica de los sinólogos y la influencia de los laboratorios de ideas.

“Estudios sinológicos internacionales” se adherirá al concepto de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad como una política académica importante, defenderá una posición y principios abiertos y se dedicará a la interpretación sinológica de las historias y las voces chinas.

Cómo reconstruir el orden mundial a través de un nuevo sistema cooperativo

A finales del siglo XX, se ha tomado conciencia de que es imposible que una economía o país logre la seguridad nacional ignorando la seguridad mundial. En vista de esto, cuestiones como la seguridad, el desarrollo humano y el desarrollo sostenible se han debatido ampliamente y se han convertido en cuestiones mundiales. Este es el resultado de la práctica del multilateralismo y del consenso básico alcanzado en la historia, por lo que los conceptos anteriores pueden estar interrelacionados. ①

Hasta ahora, estos conceptos parecen ser independientes y no estar relacionados entre sí, por lo que podemos abordar cuestiones importantes como el desarrollo. Sin embargo, no solo debemos adoptar métodos tradicionales para abordar el problema desde una perspectiva económica, también debemos utilizar indicadores de medición como la tasa de crecimiento del PIB, de lo contrario se perderán los aspectos básicos del problema. De hecho, el crecimiento económico por sí solo no significa desarrollo, aunque se haya convertido en un consenso académico. Para comprender el concepto desarrollado después de la década de 1980, las discusiones académicas deben promover una comprensión integral de este concepto.

El informe emitido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señaló el concepto de desarrollo humano en una concepción multidimensional del desarrollo, por lo que hay que darle una dimensión política. En 1987, Gro Harlem Brundtland publicó un informe “Nuestro futuro común” en la Asamblea General de la ONU, en el que señaló que la esencia del desarrollo sostenible reside en el medio ambiente, y por lo tanto, este es unidimensional. La idea central del informe planteaba que la humanidad no podría desarrollarse si se destruye el planeta en el que vivimos y por ende, el desarrollo debe ir acompañado de la protección del medio ambiente. Asimismo, hoy tenemos la posibilidad de lograr el crecimiento económico, pero sí la mayor parte de la riqueza se concentra en manos de unas pocas personas y los resultados del crecimiento no se pueden distribuir equitativamente, será más difícil lograr este desarrollo. Por lo tanto, aunque ahora se cuestione la globalización económica, esta debe ser abierta e inclusiva, beneficiosa, equilibrada y con distribución de beneficios, a fin de favorecer a todos los países y generar un mejor nivel de vida para las personas. Frente a este proceso histórico ilógico, las fuerzas anti-globalización de hoy son muy pasivas, y este proceso histórico requiere que todos los países trabajen juntos para mantenerse.

Sin embargo, el consenso sobre esta cuestión debe lograrse a través de la superación de diversos obstáculos, en donde China se encuentra en el centro. Específicamente: El mundo está ahora envuelto en un interesante debate sobre la “amenaza China”. La economía más dinámica del mundo está situada en Oriente, cuyos valores predominantes no coinciden con los valores de libertad y democracia de Occidente, mientras que Oriente, a través de sus valores, ha logrado reducir rápidamente sus niveles de pobreza.

La opinión subyacente está relacionada con la naturaleza de los sistemas liberales, especialmente en el norte del hemisferio occidental, que no puede dar respuestas satisfactorias a las necesidades de su población, lo que da lugar al surgimiento de nuevos referentes que promueven viejas ideas dentro de una especie de marco “contrarrevolucionario”. Y paulatinamente, se impuso, por ejemplo, el modelo europeo de democracia, capitalismo e integración que parece ser incompatible con las complejidades emergentes (redes urbanas, banqueros, terroristas e inmigrantes en Europa).

En medio de la Guerra Fría, la urgente necesidad de una reestructuración institucional y política, llevó a los países europeos a establecer nuevas estructuras de partidos políticos, y el ascenso de la sociedad fue un valor común que tenía el pueblo europeo. Sin embargo, los partidos políticos occidentales han convertido la democracia en una herramienta institucional, lo que preocupa profundamente, porque en este sistema hay muy poco espacio para la participación ciudadana y las decisiones básicas las toman instituciones que no fueron elegidas por los pueblos (como el Banco Central, el Tribunal Constitucional o el Comité en la Unión Europea).

Lo mismo se aplica en nuestra sociedad actualmente: los partidarios del multilateralismo deben demostrar por qué la cooperación internacional es imperativa. Especialmente China, porque es el modelo que se plantea al mundo para promover la prosperidad común, mejorar los flujos comerciales y aumentar la circulación de divisas a través de la comunicación interpersonal. Después de todo, la mejor manera de promover la cooperación y la confianza es asegurarse de que pueda traer beneficios claros a todas las partes involucradas. En el análisis final, un país en auge con un grupo relativamente grande de aliados puede movilizar a la comunidad internacional para apoyar su plan de construir un nuevo orden internacional.

El multilateralismo ha jugado un papel fundamental en la promoción del desarrollo sostenible. El concepto de “desarrollo sostenible” se propuso en 1987 en el que, además, hubo un debate sobre cómo construir una sociedad mejor. En un principio, este concepto incluía factores ambientales, pero los factores sociales y económicos se agregaron en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en Río de Janeiro en 1992. El concepto de desarrollo sostenible tiene más éxito que el concepto de desarrollo humano porque armoniza los tres aspectos: medioambiente, sociedad y economía. Ante esto, el sistema global atraviesa un momento crítico y es necesario reformar el nuevo tipo de multilateralismo que se está desarrollando a una velocidad y escala sin precedentes.

La supervivencia de estos sistemas depende del éxito de las reformas y, lo que es más importante, del logro del desarrollo sostenible, para lo cual es esencial la cooperación entre los Estados. Dados los graves desafíos que enfrenta el mundo en la actualidad, es evidente que no se puede encontrar una solución única para los países y que el multilateralismo se enfrenta a muchos problemas, como el desarrollo desigual entre el Norte y el Sur, la pobreza, el hambre y la brecha digital. El presidente Xi Jinping declaró: “No podemos luchar solos contra las amenazas a la seguridad cada vez más complejas e integradas. Debemos adherirnos al nuevo concepto de seguridad común, integral, cooperativo y sostenible”. En este sentido, la iniciativa de construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad está cambiando de “idea” a “acción”. ②

Desde un punto de vista estrictamente económico, los gobiernos están obligados a cooperar para reducir el descontento de la gente con un sistema de comercio regulado, reducir los costos comerciales y resolver las controversias sin aumentar las barreras arancelarias y no arancelarias. De lo contrario, la economía mundial, que se ha enfrentado a demasiados problemas desde el brote de la neumonía por el nuevo coronavirus, se verá aún más perjudicada. Además, el fomento de la cooperación puede ayudar a ampliar los beneficios de la integración económica sobre las reformas regulatorias financieras, la fiscalidad internacional, restringir la evasión fiscal transfronteriza, reducir la corrupción y consolidar la red mundial de protección financiera, de modo que los países no tengan que luchar contra choques externos garantizando la protección nacional.

Por esta razón, la cooperación cada vez más amplia entre China y otros países ha sido notable, así como el concepto de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad también ha recibido cada vez más apoyo y reconocimiento. En 2013, el presidente Xi Jinping propuso construir esta comunidad, y la iniciativa de la franja y la ruta es puesta en práctica y proporciona una gran plataforma de cooperación entre los países participantes para lograr el desarrollo común y obtener beneficios comunes.

Para el gobierno chino, la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad es, principalmente, una vinculación entre las decisiones de varios países con su destino. Es destacar que la idea de comunidad con un futuro compartido se propuso por primera vez en 2011 por la Oficina de Información del Consejo de Estado en el libro blanco Desarrollo pacífico de China. Allí se señaló: “Debemos utilizar una nueva perspectiva para una comunidad de destino compartido, con un nuevo concepto de asistencia mutua y cooperación de beneficio mutuo, buscar una nueva situación de intercambios y aprendizaje mutuo entre diversas civilizaciones, buscar nuevas connotaciones de los intereses comunes y valores comunes de la humanidad, buscar la cooperación entre países para enfrentar desafíos diversificados y un nuevo camino hacia el desarrollo inclusivo”.

En 2012, el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China convirtió el concepto de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad en el núcleo de la política exterior del país. En 2015, el presidente Xi Jinping expuso la “hoja de ruta” para construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad en la Asamblea General de las Naciones Unidas y pronunció un discurso de apertura al respecto en Ginebra, Suiza en 2017. Aunque llevó mucho tiempo, finalmente obtuvo una respuesta y en la sesión se acordó que el concepto de construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad se incluya por primera vez en la resolución de la ONU y, posteriormente, figuró en los documentos pertinentes del Consejo de Seguridad, el Consejo de Derechos Humanos y la Primera Comisión de Asuntos de Desarme y Seguridad Internacional de la 72a Asamblea General de la ONU. Resolución. ③

El artículo 35 de la Enmienda a la Constitución de la República Popular de China establece: “El futuro de China está estrechamente vinculado al futuro del mundo. China se adhiere a una política exterior independiente, al respeto mutuo de la soberanía y a la integridad territorial, a la no agresión mutua y a los cinco principios de no injerencia en los asuntos internos. La igualdad, el beneficio mutuo y la coexistencia pacífica, se consideran como parte del camino al desarrollo pacífico, el cual está en sintonía con la estrategia de apertura de beneficio mutuo, el desarrollo de relaciones diplomáticas e intercambios económicos y culturales con otros países, así como la promoción para la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad”. En julio de 2019, se publica en el libro blanco la base de su ideología rectora: “La defensa nacional de China en la nueva era”.

Sin embargo, existe una contradicción sustancial entre la propuesta mencionada y los hechos sucedidos. En el contexto del mundo actual, los países continúan aumentando sus presupuestos militares y mejorando sus niveles de seguridad, y se enfrentan a situaciones potencialmente muy tensas, como la creciente desglobalización, el terrorismo y los problemas de los refugiados. En resumen, a medida que aumentan las operaciones de mantenimiento de la paz y defensa nacional, se utilizan más fondos para prevenir el separatismo y el terrorismo, lo que hace que estas políticas sean indispensables. Eventos contrarios al multilateralismo y a los mercados libres, abiertos y transparentes entorpecen el sistema de políticas orientadas a mejorar la gobernanza global, pero una vez más demuestran que el mundo necesita llegar a consensos y reajustar el espacio de cooperación multilateral para que este tema no carezca de sentido.

Es por esto que ahora China está apareciendo en el escenario político mundial. China ofrece la posibilidad de poner fin a la hegemonía y al “juego de suma cero”, y propone reemplazarla con una cooperación en la que todos los países del mundo se comprometan y así, todos obtengan beneficios. China orienta el uso del poder de una manera nueva y también trae nuevas responsabilidades, trascendiendo las cuestiones ideológicas y geopolíticas tradicionales.

Comentario

① En 2005, el entonces Secretario General de la ONU, Kofi Annan, escribió en su informe: “Sin desarrollo, no podemos disfrutar de la seguridad, y sin seguridad, no podemos disfrutar del desarrollo; y sin respeto por los derechos humanos, no podemos tener ninguno”.

② Durante la 34a reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Ma Zhaoxu, jefe de la Misión Permanente de China ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, hizo un llamamiento en nombre de 140 países para proteger los derechos humanos y construir una comunidad con un futuro compartido para toda la humanidad. El llamado generó una fuerte respuesta política y nosotros somos uno de los participantes.

③ En marzo de 2018, el XIII Congreso Nacional del Pueblo aprobó una enmienda de la Constitución, que incluía en el preámbulo “promover la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad”.

Gustavo Alejandro Girardo

Director del Posgrado de Estudios Chinos Contemporáneos de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), Argentina, profesor e investigador de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) y la Universidad de Buenos Aires (UBA), obtuvo varios honores nacionales y uno Honrado por Naciones Unidas, se desempeñó como consultor del proyecto Okita II (Acuerdo Argentina-Japón) del Ministerio de Economía, Relaciones Exteriores y Agricultura, coordinador del proyecto BID Asia Pacífico, China y Argentina del Ministerio de Economía y gerente de investigación de la Comisión Nacional de Comercio Exterior (CNCE).

Este artículo se publica bajo la autorización del autor y no se puede reproducir sin permiso. Fuente | Instituto de Investigación de la Franja y la Ruta de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing. Texto | Gustavo Alejandro Girardo.