¿Cómo se piensa el “crédito” en China?
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En esta oportunidad nos hacemos la pregunta sobre cómo se piensa el crédito en China y cuáles son las diferencias con la cosmovisión occidental.

En una nota anterior titulada “¿Qué es el Sistema de Crédito Social?” se presentan los fundamentos y argumentos del nuevo Sistema de Crédito Social (SCS) en China. Básicamente, te encontras con la explicación de una Ley Nacional del Consejo de Estado Chino. Para responder al “¿qué es?” nos remontamos al documento oficial que lo define: “El Esquema de Planificación para el SCS”. Al mismo lo presentamos, de manera tal, que se facilite la lectura y el acceso a esta información. Por lo tanto, van a encontrar de forma concisa cuáles son los pilares básicos de este sistema de crédito, pero también, se pueden percibir discusiones más profundas.

En esta oportunidad la invitación es a hacer un análisis más profundo y, a la vez, más básico. A veces las categorías más básicas suelen ser las que nunca observamos, las que no tienen un lugar de reflexión en nuestro día a día, pero resultan ser las más claves y las que guardan en su definición la forma en que se establecen las cosas. ¿Muy abstracto? Vamos al punto…

 En aquella nota de La Ruta China se advierte que con lo que te vas a encontrar en el documento oficial no es sólo con una ley, sino con un documento académico que reúne y recopila una serie de debates de larga data. Lo que no vas a ver en el documento es, justamente, el recorrido de esos debates. Las decenas y miles de años de discusión sobre ciertos conceptos no aparecen porque, básicamente, sería inagotable y no es el objetivo del “Esquema”. Pero aquí podemos empezar a hacer ese ejercicio de reflexión.

 Para empezar, las discusiones son de orden económicas, políticas, sociales y hasta filosóficas. Por ahora, vamos a ocuparnos sólo de una noción bastante básica para la vida cotidiana de cada uno de nosotros: el crédito.

¿El concepto de crédito es el mismo que el que tenemos en Occidente?

 Cómo podrán sospechar, no. No sólo no es similar, sino que varía bastante. En una nota del Portal del Gobierno chino publicado en el año 2014 llamada “La connotación y extensión del sistema de crédito social” (hipervínculo: La connotación y extensión del sistema de crédito social_Noticias clave_Noticias_Red del Gobierno de China Han Jiaping, el entonces Director del Instituto de Crédito y Comercio Electrónico y miembro del Instituto de Investigación del Ministerio de Comercio, advirtió sobre estas diferencias.

 La definición que tengamos de “crédito” es lo que va a determinar la interpretación sobre el sistema de crédito de cualquier sociedad, ya sea en China o en cualquier país de Occidente. Según Han Jiaping “la definición de crédito en los países occidentales se realiza desde la perspectiva de la economía pura.”

En cambio, en China la interpretación del crédito es más general y se interpreta como cumplir las promesas y hacer contratos en la práctica, para ganar la confianza de los demás.

En términos generales, el crédito tiene tres significados en chino:

  1.     El primero es el uso de la confianza en otros u objetos;
  2.     El segundo es cumplir con las promesas y hacer contratos en la práctica, ganándose así la confianza de los demás;
  3.     Y, el tercero, es una forma especial de movimiento de valor que está condicionado al reembolso, es decir, un sistema de intercambio de valor sin pago inmediato ni garantía hipotecaria de la propiedad, que surge principalmente de préstamos de divisas y ventas a crédito y pago anticipado de transacciones de productos básicos (servicios).

Según la definición de crédito chino existen dos aspectos, el crédito económico y el crédito social. El crédito en el sentido económico se refiere a la relación acreedor-deudor. Este incluye el crédito comercial, bancario y al consumo. La relación de crédito económico de todos nosotros constituye el orden de transacción del mercado. En el sentido social, el crédito se refiere a las normas morales y los códigos de conducta que las personas deben cumplir en el trato con los demás y en otras relaciones sociales.

La base de la confianza es el crédito, y la base del crédito es la información. Si lo llevamos al Estado, nos deja un primer panorama sobre cómo pensar un sistema de crédito social estatal que sea efectivo y favorezca a la sociedad. Un sistema que tenga acceso a la información crediticia, bajo la norma estricta de la protección de la información privada (establecido de forma explícita en “el Esquema”) y que a partir de ello elabore planes acordes a las condiciones económicas y morales de cada uno, es decir, a su conducta, a cómo obran en su vida cotidiana en términos del crédito.

Otro punto de diferencia entre la idea de crédito en China y Occidente tiene que ver con la historia de su desarrollo económico. En particular, pensando en los países desarrollados de occidente, la historia de la economía de mercado y demás, deja como producto una población donde su problema principal no era el crédito (por lo menos, en 2014).

Por tanto, Han Jiaping considera que el sistema crediticio de los países occidentales gira principalmente en torno a las transacciones económicas en el ámbito económico y financiero. A diferencia de esto, China aspira a construir un amplio sistema de crédito social, que incluye cuatro áreas principales: crédito de transacciones económicas, crédito social, crédito para asuntos gubernamentales y crédito público judicial. La cuestión es cómo ponerse de acuerdo entre las diversas regiones y estados de China para encarar un sistema que integre una población diversa.