

Usualmente disfrutamos de alguna de estas danzas o de ambas durante fiestas tradicionales chinas, en especial el año nuevo. Lo primero que llama nuestra atención usualmente son los colores, la energía que transmiten los tambores, y la destreza de los bailarines.
Ambas danzas son el resultado de una larga y cuidada tradición que se cultiva aún hoy, dentro y fuera de China. Son mucho más que una llamativa performance. En cada acto encierran símbolos e historias para deleitar no solo nuestros sentidos sino también nuestro intelecto.
Aspectos Comunes
Es común que, en las celebraciones del año nuevo chino, ambas danzas sean representadas, pero pueden ser desarrolladas independientemente en distintas fechas relevantes o celebraciones. Aunque hay muchos puntos de contacto entre ellas, es importante diferenciarlas, ya que sus simbolismos y ejecución difieren.
Ambas danzas, así como otras antecesoras en las que también se representaban animales mediante máscaras con fines rituales, cuentan con varios siglos de historia y son parte de una antigua tradición en China. Las mismas ya eran populares durante las dinastías Tang (618-907) y Song (960-1279) y hay variados registros que lo demuestran. En el caso de la danza del dragón se cree que se originó en la dinastía Han, durante la cuál también los leones, animales no autóctonos de China, comenzaron a ser conocidos en el gigante asiático, a través de la influencia de Asia central.
En ambos casos, los bailarines requieren de un gran entrenamiento, no solo artístico o escénico, sino también deportivo, muchas veces vinculado a las artes marciales. Ambas danzas exigen una gran precisión en los movimientos. Es por ello que algunas escuelas donde se enseñan son también escuelas de Kung Fu u otras artes marciales. La habilidad de los bailarines se pone a prueba, no solo en las festividades, sino que existen a lo largo del mundo competencias para ambas danzas.
También para las dos el trabajo en equipo es esencial. Sean dos bailarines, como en la danza del león, o decenas, como podría ser el caso de la danza del dragón, el trabajo conjunto de los bailarines y su cooperación es fundamental para lograr el resultado deseado. En ambas danzas, la coordinación se logra con la guía del tambor que marca el pulso de los movimientos.
Finalmente, tanto una como otra se consideran danzas auspiciosas que brindan buena fortuna o ahuyentan los malos espíritus en los lugares donde son realizadas. Ahora que conocemos sus aspectos comunes y generalidades, conozcamos sus particularidades…
La Danza del Dragón
En esta danza los bailarines dan vida a una marioneta gigante y flexible, a través de movimientos ondulantes y sinuosos propios del espíritu de las aguas. El dragón simboliza la buena suerte y, mientras mayor su extensión, mayor la suerte. Por eso, esta danza requiere de muchos bailarines para manipular una misma marioneta. Lo más habitual es nueve bailarines, lo que implicaría una extensión de alrededor de 34 metros, pero la extensión del dragón y cantidad de bailarines puede variar.
El dragón más largo del que hay registro que fue usado con regularidad llegó a medir 100 metros, aunque ha habido dragones más grandes creados para una única exhibición, incluyendo el récord mundial de 5.606 metros creado en Hong Kong en 2012.
Entre las cualidades destacables que se atribuyen a los dragones encontramos la fuerza, la dignidad, la fertilidad y la sabiduría, además de considerarse muy auspiciosos. Aunque su aspecto pueda ser atemorizante, su actitud es benevolente, simbolizando el poder imperial.
El dragón también ha sido usado por miembros de la etnia Han como símbolo de pertenencia desde los años ‘70, denominándose “los descendientes del dragón”. A su vez, el dragón fue símbolo del Emperador por muchos siglos, llegando incluso a ser parte de la bandera durante la dinastía Qing.
Aunque se utilizan muchos colores, el principal es verde simbolizando la prosperidad de la producción agrícola. El amarillo, representando al Imperio. El oro y la plata representan la prosperidad.
Algunas versiones de esta danza son la Danza doble del dragón, en la cual dos cuerpos de dragón se entrelazan, o la de Nueve Dragones que requiere de nueve cuerpos de dragón entrelazándose, considerando el nueve un número perfecto. Las mismas son menos frecuentes en occidente por la gran producción y participación de bailarines que requieren.
La Danza del León
Se cree que esta danza, o al menos alguna versión de la misma, se origina fuera de China, posiblemente en Persia. Hoy en día existen muchas variedades regionales de esta danza en diversos países como Vietnam, Japón o Corea y también Indonesia (en este último caso con un significado mitológico distinto).
En los inicios esta danza fue asociada a la tradición budista. En general, los leones son acompañados por un Buda sonriente que guía los movimientos de los leones e interactúa con ellos.
Su origen legendario más popular remite a la historia de un monstruo que aterrorizaba una aldea. Un campesino logra domesticarlo y como celebración surge esta danza. Cada año los leones salen a saludar a los ciudadanos y espantar a los malos espíritus. El león representa la fuerza, sabiduría y superioridad. Es símbolo de protección contra la mala suerte y las desgracias.
Hay dos variantes principales de esta danza en China: el León del Norte y el León del Sur. Está última es la más popularizada en las comunidades de ultramar dado que buena parte de las migraciones chinas fueron procedentes de regiones del sur. La misma se caracteriza por imitar los movimientos habituales de los leones, mientras que el estilo del norte suele desplegar más habilidades gimnásticas.
Los colores de los leones varían, así como sus posibles significados. No hay una regla fija, pero el rojo puede asociarse a la valentía y el verde a la amistad. En la frente suelen tener un espejo en el cuál los malos espíritus se reflejan, saliendo espantados.
Durante el año nuevo, es común que los comerciantes dejen en sus puertas lechuga (o algún otro alimento) y sobres rojos con dinero. Los leones recogen la cosecha, comiendo el sobre rojo y escupiendo la lechuga, esparciendo buena suerte. El dinero es una donación para la compañía de danza. En ocasiones estos eran colocados a gran altura o en sitios que representaban un desafío y obligaban a los leones a desplegar sus habilidades acrobáticas.
Algunos consejos para cuando presencies estas danzas
Algunas cabezas de León tienen un cuerno en medio de la frente. Es mejor no tocarlo, ni tampoco al espejo, pues se considera de mala suerte. Del mismo modo, es mejor no interrumpir su danza, pues no es solo un espectáculo sino una ceremonia. Una buena forma de interactuar con los leones, ser parte de la tradición, atraer la buena suerte y también ayudar a las escuelas de danza, es alimentar a los leones con dinero, si así lo deseas (no importa si no tenés un sobre rojo). La forma de hacerlo es acercando el dinero a la boca del León.
Cuando la danza del dragón tiene lugar, se considera de buena suerte tocar la cola del mismo, por supuesto, siempre sin interrumpir la performance de los bailarines.
Por sobre todo, disfruta, pues estás en presencia de un espectáculo ceremonial cargado de simbolismos y significados, con alrededor de dos mil años de historia y para el cuál los bailarines han entrenado con esmero.