El 13 de diciembre se volvió a homenajear a las víctimas de la masacre de Nanjing
Foto: Xinhua/Ji Chunpeng
Este 13 de diciembre se realizó en Nanjing el acto conmemorativo por las víctimas de la masacre que tuvo lugar en 1937 a manos del ejército invasor japones

El 13 de diciembre China conmemora el día nacional en memoria de las víctimas de la masacre de Nanjíng, uno de los episodios más cruentos de la Guerra Sinojaponesa en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. La masacre tuvo lugar el 13 de diciembre de 1937 cuando las tropas japonesas tomaron la ciudad:  fueron asesinadas alrededor de 300.000 personas, entre civiles y soldados desarmados, durante un período de seis semanas.

El primer intento del Japón militarista por conquistar China se concretó con la ocupación de Manchuria en 1931, luego llegó la invasión a gran escala, entre 1937 y 1945. Durante los ocho años que duró la guerra, una parte significativa del pueblo chino vivió en territorio ocupado por los japoneses, principalmente las ciudades costeras y los pueblos por donde pasaba el ferrocarril. 

Desde 1912 y con el establecimiento de la República China, Nanjing se convirtió en la capital.  La ciudad también era el centro de poder del Kuomintang, el partido nacionalista que gobernaba el país bajo la conducción de Chian Kai-shek. Esto hizo de Nanjing un objetivo central para los invasores nipones. 

El asedio a la ciudad comenzó el 7 de diciembre de 1937 y culminó el 13 con la caída de Nanjing en manos del ejército japonés. El mismo 13 comenzó la masacre, primero dirigida contra más de 60.000 soldados tomados como prisioneros de guerra, que fueron sometidos a todo tipo de torturas y vejámenes como ametrallamientos colectivos, en lo que se conoció como “el reguero de los diez cadáveres” y la “masacre ante los muros de las puertas de Taiping”.

A partir del 14 de diciembre el mismo tratamiento fue perpetrado contra la población civil: ametrallamientos colectivos, violación y asesinato de más de 1000 mujeres refugiadas en el interior de Colegio Ginling, y de otras tantas en la Universidad Media, incendio masivo de las casas de los residentes, torturas y asesinatos de los mismos.  También fueron especialmente crueles y perversos en el tratamiento que les dieron a los niños, a los que también asesinaron.

Estas atrocidades nos permiten entender por qué el conflicto entre China y Japón originado -entre otros acontecimientos- en esta guerra permanece vigente y es muchas veces motivo de disputas diplomáticas, como es el caso de las protestas por parte de China frente a las visitas de los Primeros Ministros nipones al santuario Yasukuni, en Tokio, donde se honran algunos de los criminales de guerra que participaron en esta matanza. China, por su parte, se mantiene firme en rechazar a Japón como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, a raíz del pasado imperial e invasor del país asiático.

En 2014 el órgano legislativo de la República Popular estableció el 13 de diciembre como el día nacional en memoria de las víctimas de la Masacre de Nanjing. Ya en la década del 80´ se estableció cerca de la ciudad un sitio de memoria llamado “Memorial a las víctimas de la masacre de Nanjing por parte de los invasores del ejército japonés”. El recorrido del sitio se inicia con una gran plaza, compuesta a su vez por varios monumentos y piezas con símbolos de diversas religiones y creencias. Luego se ingresa al museo, cuya salida conduce a una gran extensión en leve pendiente cubierta de guijarros que incluye estatuas, esculturas, tallas de relieve, tabletas y un gran muro donde se encuentran inscriptos los nombres de las víctimas de la masacre. La pasarela conmemorativa muestra huellas que representan las de los sobrevivientes. Desde allí se accede a tres edificios: en el primero de ellos, en forma de sarcófago, se exponen los restos de los 10.000 cuerpos encontrados durante la década de 1990; los otros dos son el Memorial Square y el Meditation Hall. El Parque de la Paz se encuentra constituido por una baja, larga y estrecha pila de agua que termina con una alta estela y dos enormes estatuas de mármol blanco representando la paz. Del lado derecho de la pila, el recorrido está cerrado por un alto muro, The Wall of Victory, donde se encuentra entronizada otra gran estatua de un soldado que toca el clarín.

Desde hace algunos años también se realiza una conmemoración oficial de este funesto episodio. Este año, a pesar de la pandemia, no fue la excepción. A pesar del frío invernal, miles de personas vestidas de oscuro y con flores blancas en el pecho asistieron a la séptima ceremonia conmemorativa nacional de la Masacre en Nanjing, en la provincia de Jiangsu, en el este de China, para expresar sus condolencias. Entre los asistentes se encontraban sobrevivientes de la masacre, estudiantes locales y visitantes extranjeros. A las 10  de la mañana de este domingo, las sirenas comenzaron a sonar y los conductores de toda la ciudad detuvieron sus autos e hicieron sonar sus bocinas. Los peatones se detuvieron por un minuto de silencio en memoria de las víctimas. Más de 80 adolescentes leyeron una declaración de paz, los representantes ciudadanos tocaron la Campana de la Paz y luego realizaron una suelta de palomas blancas.