

Durante los últimos 10 años, China ha estado invirtiendo en el crecimiento de las industrias nacionales dedicadas a las energías renovables, con la mirada puesta en reducir la dependencia a los combustibles fósiles. De esta manera, su intención es lograr disminuir las emisiones de carbono a cero, siendo el carbón un pilar fundamental para la economía del país pero también el mayor contribuyente antropogénico a la contaminación.
También, en el transcurso de este período, la capacidad total de energía, generada a raíz del crecimiento de parques especializados por todo el grande asiático rozó los 1.1 billón de kW.
Actualmente, China se encuentra en la cabecera respecto a las cifras de producción de energía hidroeléctrica, eólica, solar y de biomasa, según la Administración Nacional de Energía y el Centro de Estudios Estratégicos e internacionales.
En números se busca utilizar menos de un 20% de combustibles fósiles para 2025, del 25% en 2030 y más del 80% en 2030, conforme a un documento del Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado, y alcanzar más de 1200 GW de energía eólica y solar para 2030.
También, durante los años 2021-2025, se espera que la capacidad de generación de energía renovable se duplique.
La inversión en proyectos de generación de energía solar aumentó un 283,6 por ciento interanual a 63.100 millones de yuanes (9.350 millones de dólares) en los primeros seis meses, de los cuales 29.000 millones de yuanes corresponden al período Enero-Abril, declaró la Administración Nacional de Energía (NEA).
La creación de bases de energía renovable a gran escala en regiones desérticas también busca fomentar la transición plena a estas energías al expandir su radio de llegada. Un ejemplo sería el parque de energía solar de Gaotai, cuya superficie total de 319 km 2 espera ser cubierto completamente por paneles solares, a razón de 80.000 paneles solares por km 2. O el lanzamiento de un programa el año pasado, que ofreció mediante su adhesión a descuentos en la compra de equipamiento al por mayor, con la esperanza que el 50% de los mismos sean instalados principalmente en escuelas, hospitales, casas gubernamentales, etc.
Sin embargo, ante un crecimiento exponencial de esta industria, China también establecerá nuevas restricciones en cuanto a la posibilidad de utilización y construcción de superficies fértiles, costas y riberas.
Central Solar en el espacio
Si bien parece algo de ciencia ficción, la otra gran apuesta que hace China es la recolección de la energía del Sol desde el espacio para enviarla a la Tierra a través de la creación de una estación espacial. La misma estaría compuesta por una flota de paneles solares gigantes y se ubicaría a treinta y seis mil kilómetros de la Tierra.
Este proyecto comenzó a ser desarrollado por la Academia China de Tecnología Espacial (CAST) en el año 2015.

Fuente: DW
En el Campus de la Universidad de Xidian en Xi’an, provincia noroccidental china de Shaanxi, hay un modelo de 75 metros de altura y se espera que llegue a generar 10 kilovatios.
Mientras tanto se espera enviar al espacio la primera prueba en el año 2028; en el 2030 expandir la matriz solar para superar los 100 kilovatios; y, en el año 2035, enviar una estación con capacidad para generar 200 toneladas de megavatios de esta energía solar espacial.