

Este lunes el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, sostuvo una importante reunión por videoconferencia con una delegación de la junta directiva del Consejo Empresarial Estados Unidos-China (USCBC, por sus siglas en inglés). Esta delegación estuvo compuesta por importantes líderes empresariales en representación de Estados Unidos.
Durante la videoconferencia, Wang Yi remarcó la importancia de que las relaciones bilaterales entre China y Estados Unidos se normalicen y vayan abandonando progresivamente el actual estado de hostilidad y conflicto en distintas áreas. El canciller chino hizo hincapié en lo imperioso que resulta para la comunidad internacional, que las relaciones entre las dos principales economías del mundo puedan normalizarse.
Wang Yi sostuvo que “ha sido un error histórico, el etiquetar a China como un enemigo, atacar al sistema político chino e incrementar la presión en estos aspectos. Algunos incluso promueven la desvinculación y una nueva guerra fría”.
A lo largo de su intervención, Wang Yi recalcó que las diferencias políticas, culturales, históricas y sociales entre ambos países no pueden convertirse en obstáculos para una rearmonización de las relaciones bilaterales, máxime cuando un continuo deterioro de la misma, afectaría poderosamente al resto de los países. Además, también indicó que resulta urgente comprender el momento histórico que el mundo está atravesando. Un momento histórico que demanda que los principales líderes mundiales apuesten a la colaboración mutua y que fomenten la cooperación internacional, en lugar de echar culpas y eludir responsabilidades.
“No esperábamos ver las graves dificultades a las que se han enfrentado las relaciones chino-estadounidenses en los últimos años, y creemos que las personas de todos los ámbitos de la vida en Estados Unidos, incluidos los industriales y empresarios, tampoco quieren ver esta situación”, dijo Wang Yi
Este mensaje por parte de Wang Yi viene en consonancia con la postura que se viene sosteniendo desde Beijing tras el triunfo de Joe Biden en las elecciones estadounidenses. En la carta que Xi Jinping le mandó al consagrado nuevo presidente señaló que: “Promover un desarrollo sano y estable de las relaciones entre China y Estados Unidos no solo corresponde a los intereses fundamentales de los pueblos de ambos países, sino que también cumple con la aspiración común de la comunidad internacional. Esperamos que las dos partes defiendan el espíritu de no conflicto, no confrontación, respeto mutuo y cooperación de beneficio mutuo, que se concentren en la cooperación, que gestionen y controlen las diferencias, que impulsen un desarrollo sano y estable de las relaciones bilaterales, y que trabajen con otros países y con la comunidad internacional para promover la noble causa de la paz y el desarrollo mundial”.
Para recomponer las relaciones bilaterales hacia un camino más sano y armónico, el canciller chino realizó cinco sugerencias. En primer lugar, recomendó que se efectura por parte de Estados Unidos una conciencia estratégica correcta, es decir, que se abandonen de una vez cualquier tipo de resabio propio de la guerra fría, en el que las relaciones sino-estadounidenses sean analizadas desde una perspectiva de suma cero. En segundo lugar, llamó a fortalecer la comunicación y el diálogo. En tercer lugar, exhortó a que se ampliara la cooperación de beneficio mutuo, con el fin de ambos países tomen conciencia de la responsabilidad que conlleva ser las principales economías en mundo en crisis producto por la pandemia. En cuarto lugar, llamó a gestionar y controlar las contradicciones y discrepancias, aceptando y respetando las diferencias existentes entre ambos países en diversos aspectos, así como el abandono de cualquier tipo de postura que atente contra la soberanía y que interfiera en los asuntos internos de uno de los países. Por último, recomendó que ambos países unan esfuerzos para mejorar el clima de la opinión pública, para que no se sigan reproduciendo visiones distorsionadas del otro país a base de mentiras o engaños.
Por la parte estadounidense, fue el presidente y jefe ejecutivo de Cummins, Tom Linebarger, el encargado de pronunciar el discurso de apertura. Linebarger, además de ser el presidente de la junta directiva del USCBC, dirige una multinacional estadounidense que diseña y fabrica motores. En su intervención acompañó y rectificó todo lo sostenido por Wang Yi durante su discurso. Además, también remarcó la importancia que tiene empezar a trabajar para una reconstrucción positiva de las relaciones sino-estadounidenses para la reactivación de la economía y la actividad comercial a escala mundial. Es por este motivo que la comunidad industrial y empresarial de su país, desea fervientemente que puedan recomponerse lo más pronto posible.
Luego de que Linebarger terminara su discurso, el canciller chino le respondió refiriéndose hacia él de la siguiente manera: “En tu declaración, me he dado cuenta de que expresas los deseos de la comunidad empresarial estadounidense de desarrollar una relación positiva entre China y Estados Unidos.”
Además de Linebarger, también estuvieron presentes en la videoconferencia: la presidenta de General Motors, Mary Barra, el presidente de Air Products, Seifi Ghasemi, el presidente de Caterpillar, Jim Umpleby, el presidente de Visa Inc., Ryan McInerney, el presidente de FedEx, Raj Subramaniam, el director ejecutivo de Qualcomm, Steve Mollenkopf, el vicepresidente ejecutivo de Cargill, Joe Stone, el presidente de Chevron China Energy, Walter B. Perez, el presidente de Ford China, Chen Anning, el presidente de PepsiCo en Asia-Pacífico, Chen Wenyuan, así como los vicepresidentes del USCBC.