El presidente XI participa de homenaje por la guerra de resistencia contra Japón
Foto: Xinhua/Xie Huanchi
China conmemora el 75° aniversario la guerra de la resistencia del pueblo chino contra la agresión japonesa y la guerra mundial antifascista

Con un acto de homenaje encabezado por el presidente Xi Jinping, los líderes chinos asistieron a un evento conmemorativo del 75º aniversario de la victoria en la Guerra de la Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Mundial Antifascista en Beijing.

Otros altos funcionarios presentes en el acto incluyen a Li Keqiang, Li Zhanshu, Wang Yang, Wang Huning, Zhao Leji, Han Zheng y Wang Qishan. El evento se llevó a cabo en el Museo de la Guerra de la Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa.

Además de los representantes gubernamentales, también asistieron representantes de todos los ámbitos de la vida, incluidos los veteranos que participaron en la guerra, familiares de oficiales militares y mártires que lucharon en la guerra, y familiares de amigos extranjeros que contribuyeron a la victoria de la guerra.

La conmemoración comenzó a las 10:00 horas. Todos los participantes cantaron el himno nacional y luego rindieron un homenaje silencioso a aquellos que sacrificaron sus vidas en la guerra.

En la imagen, vemos al presidente Xi acomodando las cintas de uno de los arreglos florales colocados como ofrenda.

El tema de las conmemoraciones y los santuarios creados tanto en China como en Japón en virtud de la guerra que los enfrentó a principios del siglo XX han sido motivo de controversia entre ambos países.

Por ejemplo, las visitas oficiales que desde el 2001 realizaron algunos Primer Ministro japoneses al Santuario de Yasukuni constituyen para China un problema. Dicho monumento es un símbolo de la agresión imperialista japonesa: conmemora a los espíritus de los que murieron en nombre el emperador de Japón. China considera que la visita oficial al Santuario es un acto erróneo que daña los fundamentos políticos de la relación sino-japonesa, así como los sentimientos del pueblo chino y demás pueblos asiáticos víctimas del imperialismo japonés.

La disputa por la interpretación de la historia bélica entre China y Japón surge en la década del 80, cuando la mayoría de la población China carecía ya de una experiencia directa de la guerra y además, en un momento en el que los dos países habían desarrollado amplios lazos sociales y económicos.

Frente a las objeciones elevadas por China, el gobierno japonés elevó pedidos de perdón formales a la comunidad internacional.