

El Producto Bruto Interno (PBI) de China registró en 2021 una suba del 8,1% interanual, según informó el Buró Nacional de Estadísticas del país, alcanzando una cifra cercana a los 17.3 mil millones de dólares. Esta cifra representa el volumen más alto de crecimiento del país desde 2011, cuando había crecido un 9,5% respecto del año anterior.
En términos absolutos, la economía china tuvo una expansión de 2.6 mil millones de dólares en términos interanuales, un numero que representa todo el PBI de Francia o de la India en 2020. El PIB de China aumentó un 18,3% en el primer trimestre; un 7,9%, en el segundo; un 4,9%, en el tercero; y un 4,0%, en los últimos tres meses de 2021.
El porcentaje de crecimiento de 2021 superó ampliamente la meta propuesta por el gobierno en marzo de este año, la cual había sido de 6%. De este modo, la economía china se acerca cada vez más rápido a la norteamericana (la primera del mundo), y distintos analistas señalan que en seis años China será la primera economía mundial medido en términos absolutos (ya lo es si comparamos la paridad del poder adquisitivo del salario). En este sentido, el impresionante crecimiento de la economía china en 2021 contribuye a desestimar las posturas críticas que gran parte de la prensa occidental tuvo sobre la estrategia china de combate contra el Covid-19.
A su vez, el PIB per cápita de China experimentó un ascenso del 9,1% interanual, ubicándose en alrededor de $12,551 dólares, lo cual se acerca a la brecha que el Banco Mundial define como de un “país de altos ingresos” y superando el PIB per cápita promedio mundial.
El importante crecimiento de la economía china se produjo a pesar de los rebrotes de Covid-19 que está viviendo el país, la convulsión inmobiliaria a partir de la crisis del gigante Evergrande, la crisis energética de octubre pasado y la delicada situación de las cadenas de suministro internacional. En este sentido, desde el Buró de Estadísticas señalaron que China afronta una triple presión en materia económica: la contracción de la demanda, los impactos en la oferta y el debilitamiento de las expectativas en medio de un entorno externo cada vez más inestable.
Por otra parte, el consumo final contribuyó con un 65,4% al crecimiento del PBI y las ventas minoristas crecieron un 12,5% interanual. Las inversiones en activos fijos, en tanto, crecieron en un 4,9%. Las exportaciones netas, por su parte, contribuyeron un 20,9% al PBI total,
En relación al desempeño del sector industrial, el valor agregado del total de las empresas industriales creció un 9,6% interanual. Entre los sectores que más crecieron se destacan el de la producción de alta tecnología (18,2%), equipos (12,9%), producción y suministro de energía eléctrica, térmica, gas y agua (11,4%), manufacturas (9,8%) y minería (5,3). A su vez, la fabricación de autos de nuevas energías (de batería, eléctricos enchufables y de pila de combustible) creció un 145,6%, la fabricación de robots industriales un 44,9%, de circuitos integrados un 33,3% y de equipos de microcomputación un 22,3%.
En relación al mercado laboral, la tasa de desempleo urbano registrado se ubicó en torno al 5,1%, lo que representó una disminución de 0,5% respecto del año anterior.