En la lucha contra el COVID, la República Popular China adoptó un rol activo y solidario con el resto del mundo. Entre las muchas acciones que China llevó a cabo con este fin se destaca la provisión de insumos médicos de todo tipo para ser utilizados en los sistemas de salud de todo el mundo. La Provincia de Buenos Aires, beneficiaria de esta iniciativa, implementó la denominada “Operación Shanghai”, tal como lo anunció el Ministerio de Salud Bonaerense en su cuenta oficial de Twitter: “Mientras la mayoría de los países sufren la falta de guantes y barbijos, es un orgullo poder abastecer los hospitales bonaerenses”.
En el marco de la “Operación Shangai” llegaron a nuestro país 5 barcos y al menos 17 aviones de Aerolíneas Argentinas con los siguientes insumos: barbijos KN95, barbijos quirúrgicos, guantes, overoles, máscaras faciales, antiparras de protección.
Ahora… ¿qué ocurre si en medio de una pandemia global sin precedentes como la que estamos viviendo, tu gobierno, en lugar de establecer acuerdos de cooperación como el que describimos arriba, profundiza una guerra comercial que arancela fuertemente la importación de los insumos médicos y de salud provenientes de China?
Ni siquiera la administración Trump se atrevió a tanto. Como informa China Daily, la United States Trade Representative’s office (USTR) anunció este último miércoles que la importación de una buena cantidad de mercancías provenientes de China continuará sin ser gravada.
Originalmente este artículo de excepción para el arancelamiento de algunos productos se había establecido por el período de un año. Este miércoles expiraba esa cláusula, que fue extendida por cuatro meses más. La lista de productos que permanecerán libres de impuestos incluye dispositivos Bluetooth de almacenamiento y transporte de datos frabricados en China por Apple, FitBit y Sonos; barbijos, respiradores, fundas para estetoscopios, gaza de algodón, tensiómetros y otros insumos médicos.
La excepción al arancelamiento, que se extenderá hasta fin de año, fue anunciada por el gobierno de EE. UU. luego de que el Vice Primer Ministro Chino, Liu He, dialogara telefónicamente con el titular de la USTR, Robert Lighthizer, y con el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Las autoridades chinas destacan que la decisión tomada por la administración Trump es acertada ya que la pandemia de COVID-19 continúa azotando a los EE.UU. y los barbijos, respiradores y overoles de protección son elementos escasos y de primera necesidad.
¿Será este episodio sólo una pequeña tregua en la feroz guerra comercial entre China y Estados Unidos o estaremos asistiendo, finalmente, a la puesta en marcha de la Fase 1 del acuerdo comercial firmado por ambos estados en enero de este año, que prometía poner fin a la guerra de aranceles?