

El ajedrez se caracteriza por la lucha entre dos oponentes y el objetivo es capturar al rey del oponente. Cada jugador cuenta con diferentes piezas con habilidades específicas y las jerarquías son bien marcadas. Se basa en un enfoque táctico, donde los jugadores deben calcular movimientos y contramovimientos para obtener ventajas y anticipar las posibles jugadas del oponente.
Por otro lado, en el go o Weiqi el objetivo es controlar la mayor cantidad de territorio posible, utilizando fichas blancas y negras llamadas “piedras”. Este juego tiene un enfoque más estratégico y menos táctico en comparación con el ajedrez. Los jugadores deben evaluar el equilibrio entre la expansión territorial y la defensa, así como la capacidad de formar grupos de piedras fuertes que no puedan ser capturados por el oponente. Es destacable que todas las fichas poseen el mismo valor, aunque el movimiento de una de ellas puede ser determinante en un (des)acierto en la partida que afecte a todo el conjunto.
Cuando se compara la diferencia entre el ajedrez y el go con las estrategias geopolíticas de China, se pueden encontrar similitudes interesantes. China ha adoptado una estrategia a largo plazo que busca expandir su influencia y control en el escenario mundial. Francois Jullien define esta interesante perspectiva como un enfoque diferente al hegemónico, en el que “no busco destruir a mi adversario ni eliminarlo (jaque mate!), sino que lo combato sólo para afirmar mi existencia, sirviéndome de él para operar contra él”. Al igual que en el go, China ha trabajado para formar alianzas y asegurar su posición estratégica en el grupo, buscando equilibrar sus intereses con los de los otros miembros.
Ese camino hacia la multipolaridad, donde coexisten diferentes actores en el tablero, tiene una mayor relevancia en la región en el contexto de los BRICS. Esto se ve en las iniciativas del grupo donde se promueve la cooperación en áreas como el comercio y las inversiones. En este sentido, Dilma Rousseff indicó que se trataría el ingreso de Argentina al Nuevo Banco del Desarrollo en el próximo mes de agosto.
Este proyecto va de la mano con la relación bilateral que la RPCh ha establecido con Argentina. China es el principal socio comercial de Argentina y ha invertido en proyectos de infraestructura y energía en el país sudamericano. A modo de ejemplo, se estableció una presencia estratégica en la región a través de la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda.
En conclusión, jugar al ajedrez y al go presenta diferencias significativas en términos de mecánica y enfoque estratégico. Mientras que el ajedrez se enfoca en tácticas y movimientos calculados, el go se centra en la estrategia a largo plazo y el control territorial. Estas diferencias pueden compararse con las estrategias geopolíticas de China, que busca expandir su influencia y control en el escenario mundial, estableciendo alianzas estratégicas y asegurando su posición en grupos como los BRICS.
En este contexto, la relación entre China y Argentina refleja la capacidad de China para establecer vínculos sólidos y fortalecer su presencia estratégica en diferentes regiones del mundo. Los acuerdos dentro de un nuevo contexto global que tiende hacia la multipolaridad se ven reflejados en cada movimiento del tablero geopolítico dando lugar a nuevas formas de pensar las relaciones.