

La oportunidad para Argentina surge por las consecuencias de la Peste Porcina Africana que afecta a la producción de cerdos en China. La población de cerdas madres cayó de 35 millones en 2017 a 20 millones en 2019 debido a las consecuencias de la peste según Zhue Press.
China es el principal consumidor de carne porcina y en su proyección estima un déficit de carne de entre 8 y 12 mil toneladas por año durante los próximos 10 años. Para cubrir esa demanda y teniendo en cuenta el potencial productivo agro-industrial Argentina se presenta como un probable proveedor de carne porcina al gran mercado asiático. Además en la región no existe la amenaza de la fiebre porcino africana.
El proyecto se impulsaría de manera federal instalando 20 módulos productivos en cualquiera de las muchas provincias que tenga acceso competitivo al maíz y la soja. El modelo de inversión al que se aspira es similar al que se ha utilizado en China durante las últimas décadas de exitoso crecimiento económico integrando capitales extranjeros y productores locales. Se estima que la inversión necesaria alcanzaría los 137 millones de dólares por cada módulo (2.740 millones en total).
La exportación de carne porcina a China representaría un avance en la exportación de valor agregado y un avance en el desarrollo industrial local para Argentina que dejaría de exportar solamente alimentos para esos mismos animales. La estimación de lo de la exportación anual en el corto plazo alcanzaría a 10 millones de cerdos al año lo cual representaría un total de 2.000 millones dólares. Pero lo más atractivo del proyecto son sus estimaciones en el mediano y largo plazo. Existe la posibilidad de abastecer un mercado con una demanda constante que podría multiplicar por 10 esas estimaciones iniciales en los próximos años alcanzando exportaciones estimadas por 20.000 millones de dólares anuales. Alcanzar ese objetivo implica multiplicar por 14 veces la cantidad de carne porcina que se produjo en Argentina durante 2019.
El 6 de julio último el canciller Felipe Solá conversó con el ministro de Comercio de China Zhong Shan sobre el avance del proyecto que ya venía avanzando también en conversaciones con ministerio de agricultura del país asiático. El cierre de las plantas que exportan carne porcina a China desde Brasil por la pandemia del Covid-19 acelera el proyecto en Argentina.
El acuerdo binacional en curso es un proyecto sustentable y con un nivel de bioseguridad muy alto cada plantea el representante especial para la promoción comercial e inversiones de Argentina en China, Sabino Vaca Narvaja. Instituciones como el INTA, el SENASA además del desarrollo local en bioseguridad serían una parte relevante del proyecto para asegurar las condiciones sanitarias del proyecto.
“China va a demandar más carne porcina el tema es si nosotros nos organizamos para cubrir parte de esa demanda y mejorar nuestra balanza comercial generando inversión y trabajo o eso lo va a hacer el mercado sin criterio elevando el precio de la carne en el mercado local” señaló Vaca Narvaja. El proyecto es una oportunidad para reforzar las relaciones bilaterales entre China y Argentina y está generando grandes expectativas en las dirigencias de ambos países.