

Líderes políticos y diplomáticos del G20 se reunieron este martes y el miércoles en Bali, Indonesia, en una cumbre que tuvo a la guerra en Ucrania como eje transversal. Bajo el lema “Recuperarse juntos, recuperarse más fuertes”, en alusión al golpe que provocó la pandem ia de Covid-19 en el mundo, los dirigentes discutieron sobre el desarrollo económico global, la seguridad alimentaria y energética, entre otras cosas. La gran ausencia fue del presidente ruso, Vladimir Putin.
El grupo reúne a 19 países con un gran peso en la economía global. Sus miembros, al que se suma la Unión Europea, representan alrededor del 90% del PBI mundial, el 80% del comercio y dos tercios de la población del planeta. También representan alrededor del 60% de todas las tierras agrícolas y cerca del 80% del comercio mundial de productos agrícolas. Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea son los integrantes del G20.
En este contexto, hubo importantes encuentros que se destacaron como los del presidente Chino, Xi Jinping, con su homólogo estadunidense Joe Biden, en el marco de una carrera económica y comercial entre ambos países y el conflicto territorial de Taiwán. Sin embargo, los dos se mostraron dispuestos a ponerle límites a su creciente rivalidad.
Además, el presidente argentino Alberto Fernández también mantuvo una reunión con Xi donde se destacó el 50° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Argentina y China, y el ingreso del país sudamericano a la iniciativa de la Franja y la Ruta.
Nuevos desafíos globales
Al momento de dirigiese a la cumbre del G20, Xi Jinping dijo: “ante los desafíos globales, todos los países deben adoptar la visión de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad y abogar por la paz, el desarrollo y la cooperación de beneficio mutuo”.
Xi advirtió que la fragilidad económica mundial, el entorno geopolítico en tensión y la agravación de las crisis alimentaria y energética “plantean desafíos formidables para nuestro desarrollo” . De este modo, llamó a que todos los miembros del G20 deben “asumir la responsabilidad inherente de ser importantes actores internacionales y regionales y deben jugar el papel ejemplar de promover el desarrollo de todas las naciones, mejorar el bienestar de toda la humanidad y promover el progreso de todo el mundo”.
En el marco de la crisis global, argumentó que: “la prosperidad y la estabilidad no serán posibles en un mundo donde los ricos se vuelven más ricos mientras los pobres se hacen más pobres”. Siguiendo esta línea, Xi enfatizó que: “los grandes países deben cumplir con sus debidas responsabilidades y hacer todo lo posible por la causa del desarrollo global”. Además reclamó: “deberían ayudar sinceramente a otros a desarrollarse y proporcionar más bienes públicos globales”. “Toda nación aspira a una vida mejor y la modernización no es un privilegio reservado a un determinado país” agregó.
La guerra en Ucrania y la postura de China
La cumbre terminó este miércoles con un llamado a poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania por sus graves consecuencias para la población mundial. El documento también apunta que el conflicto “afectó aún más negativamente la economía global” y declara “inadmisible el uso de armas nucleares” o la amenaza de recurrir a ellas. La inseguridad alimentaria y energética figuró como una de las principales preocupaciones del encuentro.
En ese marco, Xi señaló que: “China está muy preocupada por la situación actual en Ucrania”. La postura de China es apostar una reanudación de las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, y que EE. UU., la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea para que se lleven a cabo diálogos integrales con Moscú.
Ante la crisis que está desatando la guerra, Xi dejó en claro: “en un conflicto o una guerra no hay ganadores y tampoco soluciones simples a una problemática complicada”. Asimismo, llamó a “evitar la confrontación entre los grandes países”. De tal forma ”China siempre se ha puesto del lado de la paz y seguirá promoviendo las conversaciones de paz”, remarcó Xi.
Si bien la guerra generó mayores rispideces y divisiones entre oriente y occidente, países miembros de la OTAN reconocen la importancia de China en la economía mundial y, a su vez, por su cercanía estratégica con Rusia, apuestan a que el “gigante asiático” pueda paños fríos a la situación. Es por eso que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se mostró optimista con que China juegue “un papel de mediación más significativo durante los próximos meses” en la relación de Occidente con Rusia. En este contexto, añadió que había un “espacio de convergencia” entre los líderes del G20 que se reunieron en estos días, incluidos China e India, para empujar a Rusia hacia una desescalada.
Reunión Xi-Biden: Mantener la diplomacia sin perder de vista sus intereses
En la reunión que mantuvieron durante el encuentro los presidentes chinos y estadunidenses, Xi Jinping y Joe Biden, respectivamente, sostuvieron principalmente “fortalecer los lazos a través del dialogo y la cooperación”.
Por su parte, Xi hizo hincapié en que: “China y EE.UU. deben tomar una actitud de responsabilidad por la historia, por el mundo y por el pueblo, explorar la manera correcta de llevarse bien en la nueva era, y recuperar la vía del crecimiento sano y estable en beneficio de los dos países y del mundo en su conjunto”.
Xi advirtió que: “iniciar una guerra comercial o una guerra científico-tecnológica, levantar muros y barreras, e impulsar forzosamente el desacoplamiento y la interrupción de cadenas de suministro van en contra de los principios de economía de mercado, socavan las reglas del comercio internacional y no corresponden a los intereses de nadie”.
La cuestión de Taiwán forma parte de los intereses centrales de China, por lo que Xi enfatizó que: “constituye la primera línea roja que no se debe traspasar en los nexos chino-estadounidenses”. “Cualquiera que busque separar a Taiwán de China violará los intereses fundamentales de la nación china y el pueblo chino absolutamente no permitirá que eso suceda”, afirmó Xi.
Por el lado del presidente norteamericano, felicitó a Xi por su elección como secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), e hizo hincapie en que: “como dos grandes países, EE. UU. y China tienen la responsabilidad de mantener una relación constructiva”. Biden aseveró que el Gobierno estadounidense “está comprometido con la política de una sola China. No busca utilizar la cuestión de Taiwán como una herramienta para contener a China y espera ver la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán”.
“Como líderes de estos dos países tenemos la responsabilidad de demostrar que China y Estados Unidos pueden gestionar sus diferencias, prevenir que la competitividad se torne en un conflicto y hallar formas de trabajar conjuntamente en materias globales que requieren nuestra cooperación”, aseveró. De esta forma, se comprometió a mantener abiertas las líneas de comunicación entre ambos mandatarios de forma “personal”.