

La crisis de inestabilidad política del Reino Unido marcó un nuevo techo con la reciente dimisión de la ex Primer Ministra Liz Truss, quien luego de 45 días en el cargo abandonó la conducción del gobierno. Tras su salida, el partido conservador eligió como sucesor para terminar el mandato que comenzó Boris Johnson al multimillonario Rishi Sunak, de breve trayectoria parlamentaria y afín a los grandes sectores financieros.
Sunak es un exponente de la facción política que identifica a la República Popular China como “la principal amenaza” contra su país. En julio, durante su campaña por el liderazgo del partido, Sunak se comprometió a erradicar los Institutos Confucio del territorio británico bajo la acusación de que constituyen una promoción ideológica del Partido Comunista de China (PCCh) en Inglaterra. Si bien esta promesa podría no llevarse a cabo, desde el entorno del nuevo Primer Ministro han confirmado su determinación para concretar la sanción contra los centros de lengua y estudios culturales.
El motivo, según trascendió, sería que los Institutos Confucio “representan un riesgo para las libertades civiles” en las universidades del Reino Unido, ya que según Sunak dentro de los institutos se prohíben las críticas hacia el PCCh. El líder conservador sostuvo que los 30 centros de enseñanza del idioma mandarín en su país son una plataforma para el “soft power” chino, y que bajo su administración dejarán de recibir el apoyo de Inglaterra.
La inestabilidad política que atraviesa el Reino Unido es reflejo de la crisis social y económica producida por el repentino aumento del costo de vida a nivel nacional. Como respuesta al ajuste impulsado por el actual gobierno, distintos sectores gremiales y sindicales se han convocado a huelga y exigen la revisión de los recortes públicos conocidos como mini-budget.
Durante la conducción de Boris Johnson, y especialmente durante el lapso del gobierno de Liz Truss, la administración del partido conservador identificó los problemas del país con causas externas, como la pandemia por Covid-19 o la guerra en Ucrania. Por este motivo, la postura del entrante Rishi Sunak es vista por Beijing como una continuidad en la retórica del gobierno anglosajón, más que una auténtica búsqueda de confrontación. Sin embargo, el nuevo Primer ministro también propuso durante su campaña la creación de una organización “similar a la OTAN” en el área del pacífico, para enfrentar el rápido crecimiento de la nación oriental.