

Desde hace largos años, uno de los medios de locomoción más utilizados en la República Popular es la bicicleta. Su aparición se remonta hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, pero para aquellos tiempos solía ser un bien de lujo. No fue hasta la Revolución que su uso se difundió hacia las capas populares de la sociedad y se promovió la industria del rodado (tal como se señala en TheChinaGuide). Tal fue así que, durante la década de 1970, la bicicleta denominada “paloma voladora”, era el producto de moda en China y el vehículo más utilizado; siendo, incluso, un símbolo de la prosperidad del comunismo chino.

Foto: Cultura Colectiva
Hoy en día, este tradicional modo de transporte se conjuga con las nuevas tecnologías por medio de empresas como Mobike u Ofo, que ofrecen el alquiler de bicicletas en la vía pública a través de aplicaciones móviles. Mobike y Ofo están ubicadas dentro de WeChat (WhatsApp chino); y el método para rentar bicicletas es por medio del escaneo de códigos QR que las desbloquea (pagando así, por un tiempo de uso). Previamente a dicho escaneo, es común observar que los ciudadanos chinos se preocupan por corroboran el estado del rodado ya que una vez que desbloquean, el tiempo comienza a correr.
Las distintas tarifas para el uso de las bicicletas abarcan desde alquileres temporarios hasta abonos mensuales (aunque usualmente un viaje no cuesta más de un yuan). Además, dentro de la App, también se puede encontrar un mapa que muestra la ubicación exacta del rodado más cercano, con la posibilidad de su reserva contando con 15 minutos de anticipación. Sumado a esto, las aplicaciones ofrecen un monedero con los denominados paquetes rojos chinos con yuanes de regalo dentro. El uso de los paquetes rojos es muy frecuente en China. Las empresas, y puntualmente estas apps, intentan atraer clientes mediante el ofrecimiento de viajes gratuitos o cantidades de dinero de forma aleatoria, o incluso, cupones de descuentos para el consumo de otros bienes o servicios (mediante la asociación de Mobike y Ofo con otras marcas reconocidas). Los regalos representan una forma de endulzar al consumidor del servicio hasta que adquiera el abono mensual que es el último objetivo (es decir, la fidelización). Esta es una práctica usual de las firmas chinas.
Por otro lado, vale destacar que tanto Mobike como Ofo permiten al usuario observar la cantidad de calorías que quemó a lo largo de su recorrido así como también, la información sobre la ruta que realizó mediante un geolocalizador.

Foto: The Urban Country
Es así como diariamente, millones de personas en China, utilizan este servicio para concurrir a su trabajo o a cualquier otro destino relativamente cercano. El uso de este medio está tan difundido que abundan las postales con veredas repletas de bicicletas de diferentes marcas y colores a lo largo de todo el país. Y es que, a diferencia de otras naciones, en China no existen estacionamientos para ubicar bicicletas por lo que está permitido aparcar en cualquier vereda, aunque esto dificulte, en ocasiones, la circulación de la gente. Esta revitalización del uso de la bicicleta a partir de las apps provocó una oferta tan grande de bicicletas que, incluso, se estima que hay más de una bicicleta por habitante (ver más SwimBikeWrite). Hecho que ha llegado ha provocar la aparición de auténticos cementerios de bicicletas (como informa CulturaColectiva).
Vale destacar que el fomento del uso de la bicicleta, actualmente, está siendo una política de estado para contrarrestar la creciente utilización de automóviles particulares y motos que. El uso de automóviles particulares creció durante entre 1990/2000, de la mano con el auge económico. También el transporte público creció, durante el mismo período, a partir de cuantiosas inversiones en obras de infraestructura. Estos medios reemplazaron, en parte, el uso de la bicicleta tradicional. Pero no sin traer aparejado ciertas problemáticas. Fundamentalmente, por un lado, la densidad de automóviles y otros medios de transporte motorizados, ha generado grandes problemas de tráfico. De hecho, los atascos y congestionamientos dentro de las urbes más grandes son de los principales problemas a atender por parte de autoridades municipales. Por otro lado, estos medios de transporte contribuyen a intensificar la problemática de la polucion urbana (pese al cada vez más difundido uso de autos y motos eléctricas). Actualmente, la contaminación urbana es una de las preocupaciones centrales de la cúpula del Partido Comunista – PCCh -.
El fomento del uso de la bicicleta no es una política novedosa, sino que fue algo contemplado en los denominados Planes Quinquenales chinos, desde sus inicios. El Plan Quinquenal actual (2016-2020), por ejemplo, incluye la voluntad del gobierno de que la bicicleta vuelva a retomar un rol protagónico como medio de movilidad de los ciudadanos chinos. Esto llevó a que, en 2017, China se convierta en el principal país del mundo en cuanto a la generación de programas para el uso de bicicletas públicas compartidas (como se señala en Univisión).
Vale recalcar que, para el presidente Xi Jinping, el uso de la bicicleta es un factor determinante a la hora de poder disminuir los niveles de contaminación. La baja en los niveles de polución en China forma parte de uno de los tantos objetivos enmarcados dentro de los Planes Quinquenales del PCCh y se lo mide anualmente en el llamado PBI verde.