El día lunes 22 de mayo, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, expresó su opinión sobre un dicho de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, en la rueda de prensa diaria donde respondió a una pregunta del Global Times.
“Muchos países emergentes y en desarrollo están buscando oportunidades de financiación sostenibles. La Iniciativa de la Franja y la Ruta China parecía una buena oferta barata. Pero muchos países del Sur Global tomaron préstamos chinos y terminaron en una crisis de deuda” expresó la alemana Ursula Von Der Leyen en la reciente cumbre del G7.
Al contestar estos dichos, la canciller china acusó al G7 de estar obsesionados con difamar y perturbar la cooperación normal entre los países en desarrollo, preguntándose de qué manera estos países han contribuido visiblemente a los países en desarrollo.
Sostuvo que China nunca impone su pensamiento a los demás, ni desliza en la iniciativa ninguna agenda geopolítica egoísta. “Buscamos una cooperación mutuamente beneficiosa y beneficiosa para todos y un desarrollo común que sea más inclusivo, equilibrado y beneficioso para todos.”
China entiende que la Iniciativa de la Franja y la Ruta se ha convertido en un bien público muy bien recibido, por estar comprometida con una amplia consulta, la contribución conjunta y los beneficios compartidos. El país asiático concede una gran importancia a la cuestión de la sostenibilidad de la deuda y afirma que ha estado ayudando a otros países en desarrollo a aliviar la carga de la deuda en la medida de sus posibilidades.
De acuerdo con lo presentado por un informe que expuso Mao Ning, China ha contribuido más en la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI) del G20 que los países del G7 en conjunto. Mientras que un informe del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston señaló que la inversión y la cooperación financiera entre China y otros países podría ayudar a estos a superar los cuellos de botella en el desarrollo, desbloquear el crecimiento potencial y aumentar los ingresos reales globales hasta en un 3%.
Por último Mao Ning, apuntó contra el foro político intergubernamental: “Si el G7 realmente se preocupa por los países en desarrollo, debe cumplir sus promesas, incluyendo gastar el 0,7% de su Ingreso Nacional Bruto como Asistencia Oficial para el Desarrollo anualmente y movilizar $100 billones por año para la acción climática en los países en desarrollo. Deben asumir más responsabilidades y obligaciones internacionales y hacer cosas más concretas por los países en desarrollo”.