

Encontrar a un compañero para este matrimonio resultó difícil, por lo que decidió ayudar a personas como ella a adaptarse a las presiones familiares y sociales en China, donde el matrimonio entre personas del mismo sexo ya no es legal y la homosexualidad sigue siendo un tabú. Para ello, creó un foro de emparejamiento en línea.
Xiaoxiong, de 35 años, declaró: “Me sentí muy aliviada de que hubiera una forma de complacer a mis padres sin quedar atrapada en un matrimonio con un pobre hombre heterosexual”, dijo. Autodenominada marimacho, no quiso dar su apellido para proteger su privacidad. Además agregó: “Algunas de nosotras también desearíamos poder engañarnos a nosotras mismas”.
Vive en Shenyang con su pareja, Xiaojing, de 36 años, su perro y dos gatos, la capital de la provincia nororiental de Liaoning, una de las regiones más conservadoras de China.
Sin embargo, en días festivos y ocasiones especiales, se separan para estar con sus esposos y familias, haciéndose pasar por esposas tradicionales. En China, declararse gay sigue estando mal visto. Usar cierta ropa o mostrar afecto en público puede llamar la atención y confundir a los miembros de la familia.
Algunos padres chinos incluso llevan a sus hijos a clínicas de “conversión” para recibir tratamiento.
La homosexualidad fue clasificada como una enfermedad mental en China hasta 2001 y como un delito hasta 1997, cuando las autoridades arrestaron a activistas por los derechos de los homosexuales. Según una encuesta de 2012 realizada por la Universidad de Qingdao, alrededor del 90% de los 20 millones de hombres homosexuales de China están casados con mujeres heterosexuales que inicialmente desconocían la verdadera orientación sexual de su marido. Este estudio no analizó el comportamiento lésbico. La comunidad homosexual, sin embargo, se casan cada vez más en los llamados matrimonios “cooperativos”.
No hay estimaciones del número de matrimonios entre gays pero en los últimos años han surgido varios sitios web solo para ellos. El sitio más grande, Chinagayles.com, afirma haber atraído a más de 400.000 usuarios y facilitado más de 50.000 matrimonios en sociedad durante los últimos 12 años.
La homofobia en China
Como muchas mujeres en China en la misma situación, Xiaoxiong relata: “Cuando cumplí 25 años, mis padres empezaron a presionarme para que me casara. Así que busqué ideas en Internet”. Por ello decidió crear su propio foro en la popular plataforma de redes sociales QQ para ayudar a los hombres homosexuales a encontrar la pareja falsa perfecta en el noreste de China.
Algunos de los hombres con los que habló tenían expectativas poco realistas, como que ella se cortara el cabello o se mudara a otra ciudad y viviera en la misma casa que su esposo. En 2012, se casó con un profesor de matemáticas de secundaria diez años mayor que ella. Pero cuando vio la foto de su boda con un vestido blanco y una peluca negra rizada, no pudo evitar temblar. El video “me dio ganas de vomitar”, admitió.
Pocas semanas después de la ceremonia, su pareja de ocho años también se casó con un hombre gay. Las dos mujeres, dirigen juntas un centro de medicina tradicional china, pasan varias horas a la semana respondiendo preguntas en los foros de citas en línea. Pero Xiaojing advierte a los interesados en el matrimonio cooperativo que estén preparados para posibles complicaciones.
“Algunas personas se apresuran a casarse con alguien que apenas conocen”, dice. “Pero al igual que el matrimonio real, sólo funciona entre personas que están de acuerdo en cosas importantes como dónde vivir y si tener hijos, y que se preocupan de verdad el uno por el otro” agrega.
Sin embargo, algunos activistas por los derechos de la comunida homosexual fruncen el ceño ante tales arreglos. Ah Qiang, destacado activista que dirige el grupo PFLAG (Padres, Familiares y Amigos de Lesbianas y Gays) de China se opone fundamentando: “Al fingir que son heterosexuales y disfrutar de los beneficios sociales, están abandonando a otras personas LGBT para que se enfrenten solas a la presión”. “Creo que una de las razones por las que la homofobia sigue siendo tan fuerte en China es que muchos heterosexuales no conocen a ninguna persona abiertamente gay” declaró a la AFP.
Xiaoxiong y Xiaojing creen que sus familias probablemente saben la verdad sobre su relación, pero nadie quiere reconocer lo evidente. “No deseamos mucho”, dijo Xiaoxiong. “Cuando estamos en casa, cuando estamos sentados uno al lado del otro, nos sentimos muy tranquilos y felices” destaca.