

La invasión rusa a Ucrania, sumado al aislamiento de los países económico y político trajo como consecuencias el hundimiento del valor del rublo respecto a monedas como el euro o el dólar, sin embargo, Putin avanzó sobre algunas medidas orientadas sostener de manera artificial el valor de su moneda como el incremento masivo de los tipos de interés, obligar a las empresas a utilizar los ingresos en dólares para comprar rublos, una reducción en el volumen de las importaciones, entre otros. Además de preservar el valor del rublo, Putin busca reducir la dependencia de su economía respecto a occidente, para lo que encontrado un importante aliado: China.
Mientras Europa atraviesa una crisis energética, uno de los principales signos de la alianza estratégica entre estos países se refleja en el acuerdo por el que China se compromente a comprar gas ruso en rublos y en yuanes, en lugar de en dólares, por lo que según el presidente de Gazprom, Alexéi Miller “El nuevo mecanismo de pago es una solución mutuamente ventajosa, oportuna, fiable y práctica”. Sin embargo este acuerdo es la punta del iceberg del creciente peso de China (y del yuan) en la economía rusa, ya que la moneda china representa para Rusia una válvula de escape para las empresas rusas como respuesta a las sanciones que restringen sus flujos comerciales en dólares, por lo que su peso se expande de manera imparable en la economía productiva y financiera de la nación euroasiática.
Como consecuencia el yuan esta ganando influencia en Rusia, convirtiendose en la moneda por excelencia, al mismo tiempo que el euro o el dólar son repudiados por los ciudadanos: las cuentas rusas en el exterior se pueden congelar y las transacciones son muy lentas, algo que no ocurre con la moneda china. En ese marco, en agosto se compraron en Rusia un récord de 4.500 millones de yuanes (unos 650 millones de euros), según el banco central ruso. Esta demanda record de yuanes es consecuencias, entre otros factores, del boom comercial que se está produciendo entre Rusia y China. Se refleja entonces que China incremento la demanda de petróleo ruso, mientras que Rusia visto incrementada la llegada de productos chinos.
La yuanización del rublo no se refleja únicamente en la macroeconomía, sino que las familias rusas comenzaron a abrir cada vez mas cuentas en yuanes, ya que 10 de los 30 principales bancos de la nación ya habilitan estos depósitos, según informó la agencia RIA Novosti. “La opción ideal para el sistema bancario es que todos sus clientes conviertan sus dólares y euros en rublos, pero como no todos querrán hacer eso es bueno tener el yuan como opción para aquellos que quieren diversificar sus ahorros”, dijo Alexander Borodkin, directivo del banco ruso Otkritie.
Además, se incrementó la cantidad de empresas rusas que se encuentran financiándose mediante la emisión de títulos de deuda denominados en yuanes, como es el caso de la petrolera Rosneft, la minera de oro Polyus, la metalúrgica Metalloinvest o el productor de aluminio Rusal que , según Bloomberg ya emitieron bonos por un valor total de 25.600 millones de yuanes, unos 3.700 millones de euros
Y esto no queda únicamente en el terreno privado, sino que incluso el propio estado ruso tiene planeado colocar bonos soberanos en yuanes, según anunció el Ministerio de Finanzas del país, si bien los preparativos para esta emisión podrán llevar entre uno o dos años.
Asimismo, las reservas del banco central de Rusia vienen incluyendo, ya desde antes de la guerra, cada vez más yuanes, con un monto valorado en más de 100 mil millones de euros.
El peso que esta ganando China en Rusia se enmarca en que las relaciones con Europa saltaron por los aires tras la invasión a Ucrania, por lo que ambas naciones se disponen a fortalecer sus vínculos y crear un nuevo orden internacional que permita contrarrestar la influencia de occidente, especialmente de Estados Unidos. En este sentido, para el director de la oficina de Exteriores del Partido Comunista chino declaró que “están dispuestos a trabajar con la parte rusa para implementar continuamente una cooperación estratégica de alto nivel entre los dos países, salvaguardar los intereses comunes y promover el desarrollo del orden internacional en una dirección más justa y razonable”.
Por el momento, el gigante asiático no brindo apoyo directo Rusia para hacer frente a las sanciones, pero sí buscó fortalecer su sistema económica ayudado a Rusia con medidas como la creación de un sistema de transferencias alternativo a SWIFT, comprando gas natural ruso, o suministrando el equipamiento y tecnología que occidente ha bloqueado. Además, ambos países trabajan en la construcción de un gran gaseoducto bautizado como Power of Siberia que busca a llevar gas desde Siberia hasta Shanghái. En suma, China ha encontrado en el aislamiento a Rusia una oportunidad para expandir su mercado, su influencia y el poder de su moneda. Un efecto colateral que occidente deberá asumir como parte de su política de sanciones por la guerra en Ucrania.