Mazu: la diosa del mar
Foto: Round Taiwan Round
La diosa Mazu es una figura clave en el panteón chino así como una deidad con millones de devotos tanto dentro como fuera de China.

Si se visita las regiones costeras de China (especialmente en el sur) o los lugares habitados por la diáspora china en el Sudeste Asiático, existe un elemento que se va a repetir de manera constante: los templos y santuarios en honor a la diosa Mazu. Esta deidad en la cultura china (especialmente en el sur, volvemos a decir) es de capital importancia y a día de hoy juega un rol muy significativo en los nexos sentimentales entre los chinos de ultramar y su hogar ancestral en el continente.

Mazu (妈祖), Tianhou (天后) o  Tianfei (天妃) son algunos de los nombres con los que se le conoce a la deidad china protectora de los comerciantes, pescadores y marineros en general. Su culto se remonta a la época de los Song del Norte (960-1127), cuando vivió una joven natural de la isla de Meizhou, en la provincia de Fujian: Lin Moniang (林默娘). Se cree que Moniang nació en el año 960 y falleció en el 987; joven virtuosa y casta que rechazó el matrimonio, tenía la habilidad de adivinar el futuro y desarrolló poderes sobrenaturales con los que habría salvado a pescadores de morir ahogados en el mar. Una vez fallecida, fue elevada a los altares a nivel local, muy probablemente debido a que los marinos de la zona donde habitó Li Moniang recurrían a ella para obtener su amparo. La mujer desempeñaba un rol fundamental en la sociedad fujianesa de entonces, debido a las largas ausencias de los varones por motivos de trabajo pescando en el mar o comerciando en el extranjero. Por ello mismo, muchos marineros buscaron la protección de tan noble y mística muchacha como si de la protección de una madre se tratara.

Ahora bien, ¿por qué se dice que fue elevada a los altares “a nivel local”? Era común que cada localidad (o área) tuviera su propio panteón de dioses. Igualmente eran comunes los casos de personajes históricos que por su virtud y servicio pasaron a formar parte del panteón chino (véase el caso de Yue Fei). Sin embargo, a lo largo del período de la dinastía Song entre los siglos XI y XIII, se llegó a promocionar a nivel estatal su culto por diferentes motivos, especialmente de interés político para congraciarse con las élites locales así como por las bendiciones de la deidad, por lo que pasó a ser la protectora del país contra ataques externos. De esta manera, diferentes gobiernos imperiales hasta la época Qing (1644-1911) fueron concediendo títulos a la deidad (como Tiān Hòu, Consorte Celestial) y promoviendo la construcción de templos. Asimismo, entre los siglos XI y XIII el Estado estandarizó por primera vez tanto el culto como los ritos.

Templo de Mazu

Templo de Mazu en las islas Pescadores. Foto: Jgfhhgf942zo

Consecuentemente, el culto a Mazu fue expandiéndose a otras partes del país, alcanzando las zonas del interior y la práctica totalidad de la costa china (especialmente la meridional) hasta llegar a reemplazar a otras deidades locales vinculadas con el mar, tales como el Rey Tung Yuen. Según la teoría del Yin y el Yang, el mar, por ser agua, es un elemento de naturaleza Yin, es decir, de energía femenina, por lo tanto la deidad correspondiente debía tener características más femeninas.

Como decíamos al principio, a día de hoy sus templos y santuarios son muy comunes en las costas del país y en las zonas habitadas por la diáspora china en el ultramar, especialmente en el Sudeste Asiático, hasta donde los emigrantes del sur de China llevaron su culto. Mazu se ha convertido en la actualidad en un nexo de unión emocional, sentimental y cultural de esta diáspora con la tierra de la que partieron sus antepasados hace siglos. Todo ello ha propiciado la aparición de un turismo religioso, un peregrinaje de los devotos de la diosa hacia sus santuarios principales, especialmente su templo ancestral, el más importante de todos ubicado en la isla de Meizhou, en Fujian (en 2010 se registraron más de 1,5 millones de peregrinos) o algunos de gran relevancia en Taiwán.