

Desde el año 2011, la aplicación de mensajería instantánea WeChat (微信) es la más utilizada y difundida a lo largo y ancho de toda China. Desarrollada por Tencent Holdings, a pesar de que en sus inicios no incluía mucho más que un servicio básico de mensajería, en la actualidad se constituye como una app multipropósito que ha incorporado diferentes tecnologías y servicios, abarcando y encapsulando muchas de las funcionalidades que en occidente están dispersas en diferentes redes sociales y/o apps como Facebook, Mercado pago, WhatsApp, Uber, entre muchas otras.
Como función principal, WeChat permite enviar mensajes escritos, de voz y hacer videollamadas. Asimismo, desde el perfil personal se pueden compartir fotos e imágenes, así como generar estados y momentos. Los posteos que se realizan mediante la aplicación quedan almacenados automáticamente lo cual permite crear un perfil similar al de Facebook en donde se agrega comentarios y se coloca “me gusta” en las fotos, práctica cotidiana en China.
También WeChat sirve para conocer gente cercana (por geolocalización) e, incluso, se incluye una función de shake, que pone en contacto a dos personas que han sacudido el celular de forma simultánea. Hay cuentas oficiales o empresariales que son utilizadas para publicidad, comunicaciones e intercambio de información con clientes o usuarios. Incluso, puede utilizarse como marketplace.
Además, incluye la función de mini-programas (una de las principales innovaciones). Es decir, hay aplicaciones o apps que se instalan dentro del mismo WeChat (es decir, apps dentro de otra app). Algunas de ellas son Didi (aplicación china para solicitar taxis), McDonald, Taobao (aplicación china para comprar online) o Mobike (aplicación china para bicicletas). De hecho, el gobierno de la República Popular, lanzó una aplicación para el control del COVID-19 dentro del WeChat, con el fin de geolocalizar el virus y generar alertas.
Sin embargo, una de las funciones más importantes que tiene WeChat es que sirve como medio de pago virtual (tal como señala la web Xataca). La billetera virtual de WeChat (o WeChat Pay -微信支付-) está asociada a la cuenta bancaria personal mediante la cual se puede realizar pagos virtuales de forma instantánea. Este sistema de pago integrado brinda, a su vez, información sobre la reputación del vendedor y comprador, lo que genera seguridad en el intercambio.

Foto: ChinaDailyHK
WeChat Pay permite ver la cantidad de yuanes que se disponen en la cuenta personal y desde allí se pueden efectuar pagos y transferencias a otras cuentas/usuarios. De forma presencial y virtual, basta con escanear un código QR para realizar cualquier transacción en China, desde comprar comida hasta adquirir pasajes de avión.
Cabe destacar que el uso de WeChat Pay no implica la digitalización de la moneda china (el yuan). Sino que es una forma de pago alternativa, en donde no hace falta la utilización de dinero en efectivo, de similar forma a lo que sucede con el uso de una tarjeta de débito, pero centralizada la función en una app de celular.
Con el paso de los años, en China, se fue dejando de lado el uso de billetes y/o tarjetas dado que la población ha encontrado en WeChat Pay una forma cómoda y simple de adquirir bienes y servicios. Esto hace que se visualice constantemente a la población china con celulares en la mano y no con billeteras. Así, WeChat (junto con su competencia: Alipay -支付宝-, la app de compra-venta de Alibaba, del magnate chino Jack Ma) se ha masificado y expandido como medio de pago. Casi no existe persona que no use uno de estos medios de pago a lo largo y ancho de toda China, independientemente de la edad que tenga. Y, vale aclarar, que no solamente se puede pagar con estos medios en lugares reconocidos (como cadenas de supermercados o stores de marcas conocidas), sino que pequeños comercios o vendedores callejeros, exhiben su código QR para realizar las transacciones por dichos medios. De hecho, resulta asombroso que hasta gente de avanzada edad que vende frutas o artesanías en las calles más recónditas de las ciudades de la República Popular, estén dispuestos a recibir los yuanes de una venta en su smartphone.
Visto este fenómeno de forma global, implica todo un cambio del hábito en la forma de consumo. En este sentido, un punto importante a aclarar es que en China una persona puede poseer un sólo número de celular el cual estará asociado en primera instancia su documento de identidad, luego a WeChat (ya que es la única aplicación de mensajería instantánea permitida dentro de China) y posteriormente a su cuenta bancaria. Todo esto implica necesariamente que su billetera virtual esté dentro del mismo celular y éste ha sido uno de los motores innovadores del consumismo chino.
La utilización de un medio de pago virtual genera una suerte de ilusión monetaria, a nivel psicológico. La población china utiliza WeChat en su cotidianeidad para la compra de alimentos o ropa; el traslado en bicicleta, colectivo, tren, taxi o avión; la salida a cualquier restaurant, museo o teatro; la adquisición de tecnología como celular, tablet, computadora; etc. El uso diario de la billetera virtual sumado a la promesa constante de aceleración y progreso, hace que muchas veces la gente, por falta de tiempo, se habitúe al pago con el celular sin llegar a revisar necesariamente el estado de la cuenta bancaria. A la vertiginosa rutina se le agregan inevitablemente una cantidad importante de notificaciones y promociones que aparecen en los celulares. Estas son preferencias de bienes y servicios que se pueden llegar a adquirir a precios muy bajos.
Los cambios de hábitos y las nuevas costumbres en China parecen chocar con la histórica tradición del ahorro y la austeridad (ya que la sociedad china es una de las que posee mayor tasa de ahorro comparativamente a otros países del mundo). Si bien la pulsión por el gasto y la creciente demanda contribuyen a dinamizar y motorizar la economía, también podría analizarse cómo, en un futuro próximo, las nuevas tecnologías modifican antiguas tradiciones.