Milei contra China: Un cuento con tintes supremacistas y colonialistas
El candidato presidencial Javier Milei dijo que no está dispuesto a “pactar con comunistas” y habló de romper lazos con China y Brasil, principales socios comerciales de Argentina.

El candidato presidencial por el partido “La Libertad Avanza”, Javier Milei, adelantó que si llega al gobierno no hará “pactos con comunistas” en relación directa a la idea de congelar relaciones con China y Brasil. “Serán socios comerciales del sector privado. No hacemos pactos con comunistas”, aseveró. En diálogo con la agencia Bloomberg, Milei sostuvo que en China: “la gente no es libre, no puede hacer lo que quiere. Y cuando hacen lo que quieren, los matan”.

También, se refirió al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien en mayo pasado Milei lo calificó de: “zurdo salvaje apoyando dictadores, tipos que violan los derechos humanos, autócratas con sus manos manchadas de sangre”. De esta manera, el candidato libertario destacó que si llega a la presidencia “no promovería las relaciones con comunistas, ni con Venezuela, ni con Cuba, ni con Nicaragua, ni con China”. Su prioridad para las relaciones internacionales argentinas serán los vínculos “con las democracias del mundo” de las que puso como ejempló a Estados Unidos, Israel o la Unión Europea.

La controversia en la política internacional que generaron las declaraciones de Milei llego a los oídos e la cancillería china y rápidamente le brindaron una respuesta. El mensaje de Wang Wenbin, el vocero de la Cancillería fue que: “sería positivo que Milei visite China para conocer realmente lo que pasa”. Al ser consultado sobre las declaraciones del candidato argentino destacó: “Si el Sr. Milei visita China y experimentara por sí mismo, es probable que llegue a conclusiones muy diferentes sobre la cuestión de la libertad y seguridad del pueblo chino”.

Este mensaje es poco usual teniendo en cuenta que el gigante asiático no tiene como política de relaciones internacionales adelantar opiniones sobre candidatos presidenciales de otros países. Solo hubo excepciones con Estados Unidos con Donald Trump en 2020 y con el actual diputado por la ciudad de Buenos Aires.

En un tono de confrontación con Milei el funcionario chino agregó: “La libertad es un contenido importante de los valores compartidos por toda la humanidad y de los valores fundamentales del socialismo. China es un estado de derecho, y la libertad personal de los ciudadanos chinos está protegida por la Constitución y es inviolable”.

Declaraciones similares Milei ya había hecho hace un año en un programa de televisión argentino, con el detalle de que allí redobló la apuesta: “ Se deberían hacer transacciones con el lado civilizado de la vida, Occidente”. Más allá del claro macartismo que lo caracteriza, esto representa un discurso altamente supremacista por parte del candidato “libertario” a la hora de catalogar a oriente como el sector no civilizado del mundo, solamente por no compartir en su mayoría los valores políticos del liberalismo y por tener diferencias culturales en cómo concebir a la política y a la sociedad. Es una mirada muy reducida que nos remonta al imperialismo-colonialismo del siglo XIX.

Recordemos que cuando se habla de China hay que tener en cuenta que es la civilización más antigua del mundo, tiene una historia de más de 3,500 años. Sin embargo aun no queda claro si estas declaraciones son realmente tangibles si logra ser presidente o una vana promesa de campaña solo para ganar visibilización o adeptos que abrazan sus ideas de “Libertad”. Incluso en una entrevista en el 2018, cuando no era el personaje desaforado que se hizo viral en los últimos años en las redes sociales, reconocía que la apertura comercial de china había sacado de la pobreza a 80 millones de personas por año.

En ese momento, ya se mostraba a tono con que Argentina se acerque más a Estados Unidos por los condicionamientos de deuda que tenía recientemente con el FMI, en un momento de la geopolítica donde Donald Trump apostaba a un fuerte discurso anti-china. Entonces, el ex presidente Mauricio Macri se vio envuelto en una encrucijada entre las tensiones entre Trump y Xi Jinping cuando se realizó el G20 en Buenos Aires.

Párrafo aparte, Milei, autodenominado el “anticasta política”, muy crítico del gobierno de Macri, a quien incluso trató de “fascista”, recientemente admitió en una entrevista radial que, de ganar las elecciones, le daría al expresidente un cargo ya que ahora lo considera “una figura por encima de la Cancillería y creo que es alguien que puede representar al país en el mundo”.

Esta visión del mundo de guerra fría con la que habla Milei que solo le conviene a Estados Unidos, aunque hoy el norte la manifiesta de maneras más sutiles, teniendo en cuenta que China es primer socio comercial de Estados Unidos y el segundo de la Unión Europea. Esto no quita que la guerra económica, tecnológica y comercial entre Estados Unidos y China tenga algunos elementos similares con la guerra fría del siglo XX, que tenía como antagonista a la hegemonía estadounidense al polo socialista encabezado por la Unión Soviética.

A pesar de que se muestra como lo “nuevo” dentro de la política argentina, sus formas de presentar en campaña como serán las relaciones internacionales y comerciales de nuestro país son típicas de un mundo de tendencia unipolar que está en vías de desintegración, y donde las relaciones internacionales progresivamente fueron inclinándose hacia un mundo multipolar.

Incluso cuando habla que solo “serán socios comerciales del sector privado” se olvida que muchas transacciones que benefician al sector privado en ambos países no serían posibles sin el acercamiento de los Estados en otros ámbitos estratégicos como la tecnología, la cultura, etc., tal como sucede con cualquier otro país con el que Argentina tenga vínculos comerciales.

Recordemos que el actual gobierno de Alberto Fernández firmó en marzo de 2022 la adhesión al acuerdo de la Franja y la Ruta, una estrategia de China para ampliar los proyectos de energía y los fondos para obras de infraestructura. También China acaba de autorizar el uso de fondos del swap de yuanes para pagar vencimientos de Argentina con el FMI.

Si para occidente la “comunidad internacional” debe combatir a cualquier pueblo o nación que se aleje de la democracia liberal, el libre mercado y los “derechos humanos”, para China la comunidad internacional debe abogar por el diálogo en lugar de la confrontación, la construcción de asociaciones en lugar de alianzas y buscar la cooperación mutuamente beneficiosa.

China construye un mundo de paz

Además de los violentos ataques al presidente de Brasileño, Lula Da Silva, y su anunció que congelaría lazos con Brasil, también remarcó que si llega al gobierno y desarticularía el Mercosur “por ser una unión aduanera defectuosa administrado por los estados para beneficiar empresarios prebendarios”. ¿Acaso su modelo ultra neoliberal no tiene detrás sectores del poder empresarial nacional o trasnacional que se verían beneficiados? Anqué de esto aún no hay muchas certezas, por las dudas que el propio Milei genera en el empresariado argentino.

Hace unos días, tuvo un encuentro el Grupo de los Seis (G-6), entidad integrada por la Unión Industrial Argentina (UIA), las cámaras del Comercio y la Construcción, los bancos nacionales de ADEBA, la Rural y la Bolsa de Comercio . Según cuenta Pagina 12, hay un problema con Milei que los CEOs cuentan con sorpresa. No quiere reunirse con nadie, salvo en charlas masivas y pagas en dólares. Es reacio al contacto y a algo que les gusta a todos los políticos: el trato VIP. Meses atrás, le armaron un reservado exclusivo en un almuerzo en el Yacht Club de Puerto Madero, donde habló ante empresarios del Círculo Argentino. Se quedó a un costado casi sin interactuar con los pocos presentes.

En paralelo, preocupó sobremanera el aviso del corte de relaciones que Milei anunció para con China y Brasil, principales socios comerciales de Argentina, y la promesa de apertura total de la economía y las importaciones. Los que saltaron fuerte y con bronca fueron los empresarios del Centro Azucarero Argentino (CAA): “Brasil me va a inundar de azúcar y me va a obligar a bajar los precios a riesgo de perder el 40 por ciento de márgen de ganancia que tengo”.