El mundo se despide de Yuan Longping (1935-2021), científico y agrónomo chino conocido como el “padre del arroz híbrido”. Sus investigaciones sobre la heterosis de las semillas de arroz contribuyeron a solucionar los problemas de producción de cereales en China, creciendo el rendimiento de los campos en un 40%, desde 1975 a 2006, un 45% entre 2007 y 2011, y finalmente un 49.4% entre 2013-2016, demostrando de esta forma que las nuevas semillas híbridos superaban el rendimiento de los campos de arroz convencionales.
Yuan obtuvo la idea innovadora en 1964, al ver por primera vez un arroz híbrido natural en la zona montañosa de Anjiang, provincia de Hunan. Dos años después, publicó su primer artículo sobre el tema en la revista científica de la Academia de Ciencia China, obteniendo rápidamente el ingreso a la Comisión de Ciencia y Tecnología del Estado, que junto con otros departamentos gubernamentales, financió las investigaciones.
Sus contribuciones científicas le valieron diversos premios nacionales e internacionales a lo largo de su vida destacando entre ellos el Saving World Hunger de la Fein West Foundation, el Food Security Award de la Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas, el Outstanding Inventor Gold Award de la Organización de Propiedad Intelectual de las Naciones Unidas y premios de Asia Oriental como el Nikkei de Asia o el otorgado por la Fukui Koshihikari International Rice. Incluso, recibió el máximo premio otorgado por la República Popular China, el Premio de Ciencia y Tecnología del Estado, de manos del presidente Jiang Zeming el 19 de febrero de 2001.
Pero su trabajo no solo fue teórico. Yuan se involucró personalmente en la plantación de sus semillas híbridas, llenándose de barro y agua, ya que según él “solo se puede ver el cielo estando cerca de la tierra”, ganando de ese modo otro “premio”: el apodo de “el granjero más famoso de China”. Su fama llegó a tal punto entre los agricultores que le dedicaron un verso popular igualando la prosperidad del país a los dos “Ping”, Deng Xiaoping y Yuan Longping.
Al final de su vida, se le preguntó sus expectativas sobre el futuro de los campos de arroz híbrido y él respondió: “Tuve un sueño en el que vi al arroz crecer tan alto como el sorgo en nuestro campo experimental, con espigas grandes como plumeros y granos del tamaño de un maní. Yo estaba sentado con mi asistente bajo las espigas de arroz, que eran como cataratas y disfrutaba del aire fresco. […] Espero que pronto se haga realidad para que pueda verlo por mí mismo”.
