

La industria de los autos eléctricos ha ido tomando impulso en los últimos años hasta posicionarse como un sector clave en vistas a un futuro más ecológico y sustentable. Este cambio de paradigma, por un lado, obliga a las históricas automotrices a reconvertirse y, por el otro, genera un ambiente propicio para que surjan nuevas startups.
Ahora bien, este nuevo mercado se ve particularmente favorecido en China, no solo por el crecimiento constante de su economía, sino también por una fuerte política ambiental que incentiva y sostiene a estos nuevos actores.
En los últimos años el gigante asiático vio nacer a un número creciente de empresas dedicadas a la automoción eléctrica y, entre todos ellos, vale la pena destacar a uno cuyo crecimiento llamó la atención de occidente y fue catalogado como el “Tesla chino”.
Nio nació en el año 2014 en Shanghái orientado a la fabricación de autos eléctricos de lujo, y si bien sus comienzos fueron sinuosos, rápidamente logró tener un crecimiento meteórico. En 2018 se convirtió en la primera empresa de autos eléctricos chinos en cotizar en Wall Street y, en 2020, desembarcó en Europa, teniendo su sede principal en Oslo, Noruega.
Al especializarse en autos de alta gama, Nio se desempeña en un mercado de alta competencia, lo que lo llevó a desarrollar algunas características únicas que han logrado diferenciar a la marca de sus demás competidores.
La primera de ellas, y probablemente la más conocida, es la que se refiere a las estaciones de carga con las que cuenta la compañía a lo largo de numerosas rutas de China. La particularidad de estas es que pueden cambiar la batería del auto en tan solo 6 minutos, remplazando la desgastada por una cargada al 100%. Esto representa una ventaja comparativa frente a la competencia, ya que los propietarios de autos Tesla deben esperar al menos 30 minutos para llenar sus baterías en las estaciones de carga pública.
Otra particularidad está asociada, de igual manera, a las baterías, y es que su desmontabilidad permite a los usuarios, no solo alargar la vida útil del vehículo, sino que también los mantiene a la vanguardia en cuanto a la autonomía y durabilidad. Ya que toda innovación en las baterías puede ser rápidamente transferida a los clientes sin que estos deban cambiar todo el vehículo.
Por último, la marca está haciendo grandiosos avances en lo que respecta a la automoción autónoma. En este sentido, su último modelo, el ET5 es capaz de experimentar la conducción autónoma en rutas, entornos urbanos y estacionamientos.
El alto crecimiento de Nio y sus cuantiosas innovaciones son el mejor ejemplo, pero no el único de como China está alcanzando la frontera tecnológica en sectores claves de la economía.