¿Por qué saber música te puede ayudar a aprender chino mandarín?
Tener conocimientos musicales puede resultar ser una gran ventaja para alivianar uno de los grandes desafíos del estudio del chino: los tonos.

Todas las lenguas tienen características musicales propias en la pronunciación de sus palabras y el chino mandarín no es la excepción. Si bien no es necesario saber cantar o tocar un instrumento para aprender un idioma nuevo, en este caso, puede resultar una ventaja muy grande. Por esto, tal vez hemos escuchado decir que el chino tiene mucha musicalidad, pero ¿cuál es verdaderamente su relación con la música?

El chino es un idioma tonal. El uso de determinado tono no solo puede cambiar su contenido emocional, sino que puede también brindarle un significado completamente distinto. Esta es una de las razones por las que muchos se preguntan: ¿es tan difícil y complejo aprender chino mandarín?

No obstante, no hay que entrar en pánico. Tradicionalmente se distinguen solo cuatro tonos en el mandarín, más un tono “neutro”, que con frecuencia aparece al final de ciertas palabras que tienen dos caracteres o más. En el siguiente video podemos aprender a distinguirlos y pronunciarlos:

Según Science Daily, algunos estudios hechos por el Departamento de Ciencias Cognitivas de la Universidad de California San Diego demuestran que quienes aprenden chino mandarín a temprana edad, aprenden a la vez a identificar cambios muy sutiles en la altura (el tono) de una palabra. Los investigadores sugieren que esta habilidad les da cierta ventaja también al momento de escuchar o hacer música, para distinguir con más facilidad las mínimas variaciones en los sonidos.

Entonces, ¿los músicos podrían tener algunas ventajas para aprender los tonos del chino?

Los músicos, al estar acostumbrados a trabajar con canciones o piezas musicales, el proceso de identificar las variaciones melódicas de lo que escuchan les resulta relativamente sencillo. Con esta habilidad, diferenciar los tonos del chino podría ser menos dificultoso para ellos. Además, quienes trabajan con partituras, identifican visualmente las variaciones de una melodía en el tiempo. Pueden leer si la melodía se sostiene en un mismo tono, si baja, sube o combina distintos movimientos.

La guía visual para aprender a pronunciar los tonos del chino es, de hecho, muy similar a un pentagrama de una partitura, con cinco líneas y cuatro espacios. La dirección que trazan las líneas de los tonos –que también las encontramos en el pinyin (el sistema para representar los fonemas del chino)– indica cómo deben pronunciarse los caracteres:

Fuente: Speechling.

Por estas razones, los propios conocimientos musicales previos contribuyen mucho a facilitar el estudio, sin embargo, la musicalidad del chino mandarín es una característica muy particular que todos pueden aprender, sin importar si se es músico o no.

Así que te invitamos a aprovechar estos primeros meses del año para anotarte en los cursos regulares de chino de los Institutos Confucio, las Asociaciones Chinas o de los cursos con profesores particulares para aprender más sobre China y su cultura milenaria a través del idioma.