Porcelana China: una historia de comercio y exotismo

13 octubre, 2020

Foto: Crédito de fotografía: The Frick Art Museum
La porcelana fue una tecnología de punta que durante más de un milenio solo se desarrolló en China, fue un producto emblemático que acompaño al gigante asiático en su historia material.
Las cualidades de la porcelana son su dureza, brillo, translucidez, resonancia e impermeabilidad, haciendo de esta la cerámica más noble de todas. Las características de la porcelana son muy preciadas para confeccionar vasijas, jarrones, juegos de té, esculturas y un sin fin de productos. Instrumentos musicales, aislantes eléctricos e implantes dentales son algunos de los usos más fascinantes y modernos de la porcelana actualmente.
China tiene una historia de aproximadamente 20.000 años en el uso de tecnologías cerámicas, y la tradición más antigua del mundo en producción de vasijas, tal como demuestra la antigua evidencia material de la cueva de Xianrendong en la siguiente imagen. Sin embargo, la porcelana se originó durante la dinastía Han del este, entre los años 25 a 220 d.C. Pero no fue sino hasta los comienzos de la dinastía Tang (618-907 d.C) que la porcelana blanca translucida como la conocemos hoy se estandarizo. El comercio internacional de porcelana también comenzó con la dinastía Tang, siendo exportada por primera vez al mundo islámico y al sudeste asiático.

Con el tiempo la porcelana china llegaría a África, Medio Oriente y Europa mediante la ruta de la seda y los varios viajes de comerciantes y exploradores como Zheng He. Ya comenzada la dinastía Ming, (1368-1644) China producía casi toda su porcelana en la ciudad de Jingdezhen para exportación a gran escala. Los enormes hornos de Jingdezhen eran los únicos capaces de cocinar más de 100.000 cerámicas de forma industrial en una sola tanda a temperaturas que alcanzaban los 1400 grados centígrados. Los clásicos estilos Ming de fondo blanco pintados de azul en jarrones, juegos de té y vasijas son producto de esta época. Portugueses y luego los holandeses fueron los primeros europeos en enviar comerciantes en 1517 y 1598 respectivamente en búsqueda de este misterioso y preciado producto.
La obsesión de los europeos con la porcelana, así como con él té y con la seda llevo a un exotismo de estos bienes que aumento la demanda de productos orientales. La porcelana china inundo el mercado de cerámicas internacional durante esta época altamente mercantilista. Aunque el comercio no fue siempre controlado por China, la producción si lo fue, por lo menos durante un tiempo, hasta que los europeos comenzaron a develar los misterios de la porcelana. François Xavier d’Entrecolles fue un misionero jesuita francés que vivió en China y actuó como espía industrial, en la ciudad de Jingdezhen donde aprendió como producir porcelana y en 1712 publico sus secretos. Para finales del siglo XVIII Francia, Inglaterra, Rusia, Italia y Alemania ya habían desarrollado su propia tecnología cerámica basada en la porcelana.

Aunque Europa desarrollo su propia porcelana, la de china fue siempre más preciada y prestigiosa entre ceramistas y coleccionistas. Incluso hoy en día, la porcelana china de Jingdezhen tiene un alto estatus internacional. Jingdezhen es una parada a tener en cuenta para los amantes de la historia material China, donde hoy se puede ver las técnicas milenarias de producción cerámica de primera mano. El mercado de la porcelana de Jingdezhen es único en el mundo ya que mezcla tanto innovadoras piezas de arte creadas por jóvenes ceramistas del Instituto Cerámico de Jingdezhen (único en China), como antiguos artefactos cerámicos de dinastías pasadas creadas en la antigua ciudad. Lo milenario y lo innovador son adjetivos que describen no solo la historia de la porcelana, sino también la historia tecnológica de China que a día de hoy no deja de sorprender al mundo.