

El diplomático recordó hace dos semanas que, durante las últimas décadas, Beijing se opuso firmemente a este tipo de visitas a Taiwán porque, según explicó, “violan el principio de una sola China”, en clara referencia a la consideración de la isla como parte integrante del gigante asiático.
“El Congreso de Estados Unidos forma parte del gobierno, no es una rama independiente e incontrolable, por lo que debe acatar su política exterior”, agregó Qin en diálogo con periodistas de las principales cadenas informativas occidentales.
Según el embajador chino en Estados Unidos, los recientes viajes a Taiwán de la titular de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y un grupo de congresistas encabezado por el senador Edward Markey, constituyen una flagrante violación de los acuerdos suscriptos entre Beijing y Washington.
Por si quedaban dudas sobre la posición de Beijing, el embajador Qin advirtió a Estados Unidos que “el Ejército Popular de Liberación no se quedará de brazos cruzados y la respuesta de China será firme, fuerte y contundente”.
La respuesta del gobierno de Estados Unidos fue anunciar el comienzo de conversaciones comerciales con Taiwán, una iniciativa que fue considerada desde Beijing como una nueva e innecesaria provocación.