¿Que pasó en la conversación telefónica entre Xi Jinping y Joe Biden en torno a Taiwán?
Foto: Escenario mundial
Los presidentes de China y Estados Unidos mantuvieron este jueves una conversación telefónica, después de Beijing rechazara contundentemente una posible visita de Nancy Pelosi a Taiwán.

El presidente chino, Xi Jinping, habló el jueves por teléfono con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, a petición de este último. Ambos mandatarios tuvieron un intercambio  sobre las relaciones  bilaterales, el contexto global y temas de interés mutuo como la situación de Taiwán.

En la conversación telefónica, Xi le advirtió a Biden que: “aquellos que juegan con fuego acabarán quemándose”. Xi hizo referencia explícita a las tensiones entre ambos países por Taiwán. Dejó en claro que: “China se opone con firmeza  a la interferencia externa, y no permite espacio alguno para fuerzas separatistas que busquen la independencia de Taiwán en cualquiera de sus formas”.

Xi enfatizó que: “los tres comunicados conjuntos China-EE. UU. encarnan los compromisos políticos asumidos por las dos partes, y el principio de una sola China es la base política de las relaciones bilaterales”.

En los últimos días volvieron a tensarse las relaciones entre ambos países por sus intereses estratégicos sobre la isla. Beijing fijo una fuerte oposición al viaje planeado a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi. Según informó el Financial Times, Pelosi planea visitar Taipei  acompañada de una delegación en agosto. En este contexto, la funcionaria estadounidense declaró que: “es importante mostrar nuestro apoyo a Taiwán”. Pelosi sería la  legisladora estadounidense de rango más alto que visitaría la isla desde 1997.

China considera una provocación el viaje de una de las principales personalidades del estado norteamericano. Y este miércoles habían advirtido que Washington deberá “asumir todas las consecuencias” de esa visita todavía no confirmada.

“Salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial de China es la voluntad firme de los más de 1.400 millones de chinos” aseguró Xi. Anteriormente, el ministerio de Defensa de la República Popular de China ha expresado que: “si EE.UU. insiste en ese viaje, el ejército no se quedará de brazos cruzados y tomará medidas enérgicas para eliminar cualquier interferencia de cualquier fuerza extranjera que intente separar a Taiwán”.

Zhao Lijian, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de China, manifestó que: “Pelosi demuestra una vez más que, para obtener ganancias personales, algunos políticos estadounidenses pretenden que los vínculos entre China y Estados Unidos se tensen, quieren que la situación a través del estrecho se desestabilice y que el mundo caiga en el caos”.

Por su parte, el presidente de EE.UU, Joe Biden,  se manifestó de una manera dialoguista y de respeto a la integridad territorial de China aunque las acciones de su gobierno muestren todo lo contrario. En su momento reconoció que el ejército estadounidense cree que no es una buena idea que la presidenta de la Cámara de Representantes visite Taiwán. En la conversación con  Xi Jinping, Biden reiteró que EE.UU. “no ha cambiado ni cambiará su política de una sola China” y que “Washington no apoya la independencia de Taiwán”. Sin embargo, la semana pasada el Departamento de Estado Unidos aprobó la venta de equipamiento y tecnología militar a Taiwán por un valor de 108 millones de dólares y a los pocos días un buque de guerra estadunidense navegó por el estrecho de Taiwán.

Las contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace por parte de la Casa Blanca no son nuevas. Desde Washington temen que el presidente Xi esté considerando el uso de la fuerza para imponer el control sobre Taiwán, más allá de que desde hace un tiempo veían como “improbable” una invasión.  En mayo, Biden dijo que Estados Unidos defendería la isla, pero más tarde insistió en que mantenía la llamada política de “ambigüedad estratégica”.

Las autoridades chinas de defensa subrayaron que este plan viola gravemente el principio de una sola China que fue establecido por los tres comunicados conjuntos sino-estadounidenses en la década de los 70. China advierte del daño que puede ocasionar esta visita en las relaciones bilaterales, y que podría llevar a una mayor escalada de las tensiones en el estrecho de Taiwán. Además, sostuvieron que pondría gravemente en peligro la soberanía e integridad territorial de China.