¿Querés conocer los clásicos de la literatura china?
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China cuenta con una rica literatura clásica, tanto en poesía como en prosa, que data de la dinastía Zhou Oriental (770 a.C.-221 a.C.) y que incluye los clásicos atribuidos a Confucio.

Entre los clásicos más importantes de la literatura china se encuentra el I Ching o Yi Jing (Libro de los cambios), un manual de adivinación basado en ocho trigramas atribuido al mítico emperador Fu Xi. (En la época de Confucio estos ocho trigramas se habían multiplicado hasta llegar a sesenta y cuatro hexagramas). El I Ching sigue siendo utilizado por los seguidores de la religión popular.

El Shijing (Clásico de la Poesía) se compone de 305 poemas divididos en 160 canciones populares; 74 canciones festivas menores, que se cantaban tradicionalmente en las festividades de la corte; 31 canciones festivas mayores, que se cantan en las ceremonias más solemnes; y 40 himnos, que aún hoy, se cantan en los sacrificios a los dioses y espíritus ancestrales.

El Shujing (Clásico de la Historia) es una colección de documentos y discursos, supuestamente escritos por gobernantes y funcionarios de la primera época Zhou y anteriores. Contiene los mejores ejemplos de la prosa china. El Liji (Registro de Ritos), una restauración del Lijing original (Clásico de Ritos), perdido en el siglo III a.C., describe antiguos ritos y ceremonias. El Chun Qiu (Anales de Primavera y Otoño) es un registro histórico del principado de Lu, el estado natal de Confucio, desde el 722 a.C. hasta el 479 a.C. Se trata de un registro de anotaciones concisas, probablemente recopiladas por el propio Confucio. El Lunyu (Analectas de Confucio) es un libro de dichos concisos atribuidos a Confucio y registrados por sus discípulos.

Poesía clásica

Una de las primeras y más influyentes antologías poéticas fue la Chuci (Canciones de Chu), compuesta principalmente por poemas atribuidos al legendario Qu Yuan (c. 340 a.C.-278 a.C.) y a su seguidor Song Yu (siglo IV a.C.). Los cantos de esta colección son más líricos y románticos y representan una tradición diferente de los anteriores Shijing. Durante la dinastía Han (206 a.C.- 220 d.C.), esta forma evolucionó hasta convertirse en el fu, un poema generalmente en verso rimado, excepto los pasajes introductorios y finales, que son en prosa, a menudo en forma de preguntas y respuestas. La época de desunión que siguió al periodo Han vio el auge de la poesía romántica de la naturaleza fuertemente influenciada por el taoísmo.

La poesía clásica alcanzó su apogeo durante la dinastía Tang (618-907). El primer periodo Tang fue conocido por el lushi (verso regulado), un poema de ocho líneas con cinco o siete palabras en cada línea; el zi (verso que sigue reglas estrictas de prosodia); y el jueju (verso truncado), un poema de cuatro líneas con cinco o siete palabras en cada línea. Los dos poetas más conocidos de este periodo fueron Li Bai (701-762) y Du Fu (712-770). Li Bai era conocido por el romanticismo de su poesía; Du Fu era considerado un moralista confuciano con un estricto sentido del deber hacia la sociedad.

Los poetas Tang posteriores desarrollaron un mayor realismo y crítica social y refinaron el arte de la narración. Uno de los más conocidos de los últimos poetas Tang fue Bai Juyi (772- 846), cuyos poemas eran un comentario inspirado y crítico sobre la sociedad de su tiempo.

Los escritores posteriores de poesía clásica vivieron a la sombra de sus grandes predecesores Tang, y aunque hubo muchos buenos poetas en las dinastías posteriores, ninguno alcanzó el nivel de aquél periodo. A medida que el estilo clásico de poesía se fue anquilosando, entró en escena un medio poético más flexible, el ci. El ci, una forma poética basada en las melodías de las canciones populares, algunas de origen centroasiático, fue desarrollado al máximo por los poetas de la dinastía Song (960- 1279).
A medida que el ci se volvió gradualmente más literario y artificial luego de la época Song, se desarrolló el san qu, una forma más libre, basada en nuevas canciones populares. El uso de las canciones san qu en el teatro marcó un paso importante en el desarrollo de la literatura vernácula.

Prosa clásica

Los defensores de las cien escuelas de pensamiento del periodo de los Estados Combatientes y de los periodos de Primavera y Otoño, hicieron importantes contribuciones al estilo de la prosa china. Los escritos de Mo Zi (Mo Di, 470 a.C.-391 a.C.), Mencio (Meng Zi; 372 a.C.-289 a.C.) y Zhuang Zi (369 a.C.-286 a.C.) contienen discursos bien razonados y cuidadosamente desarrollados, y muestran una notable mejora en la organización y el estilo con respecto a los anteriores. Mo Zi es conocido por utilizar amplia y eficazmente el razonamiento metodológico en su polémica prosa. Mencio aportó una dicción elegante y, junto con Zhuang Zi, es conocido por su amplio uso de comparaciones, anécdotas y alegorías. En el siglo III a.C., estos escritores habían desarrollado una prosa sencilla y concisa, caracterizada por su economía de palabras, que sirvió de modelo de forma literaria durante más de 2.000 años.

En el periodo Tang también se rechazó el estilo ornamentado y artificial de la prosa desarrollado en el periodo anterior y surgió una prosa sencilla, directa y contundente basada en la escritura Han y pre-Han. El principal impulsor de este estilo neoclásico de prosa, que influyó enormemente en la escritura en prosa durante los siguientes 800 años, fue Han Yu (768-824), maestro ensayista y firme defensor de la vuelta a la ortodoxia confuciana.

La ficción vernácula se hizo popular después del siglo XIV, aunque nunca fue estimada en los círculos de la corte. La ficción vernácula, que abarca una gama más amplia de temas, más larga y menos estructurada que la ficción literaria, incluye varias obras maestras. La más importante es la novela doméstica del siglo XVIII Hong Lou Meng (Sueño de la cámara roja). Hong Lou Meng, obra semiautobiográfica; sobre un descendiente de una familia de la alta burguesía en decadencia, ha sido reconocida por los estudiosos de la ficción china como la obra maestra de su tipo.

Novelas clásicas

El Si Da Ming Zhu o las cuatro grandes novelas clásicas de la literatura china

– El sueño de la cámara roja (红楼梦), también conocida como “El sueño de las mansiones rojas” o “La historia de la piedra y Las crónicas” (石头记, Shítóu Jì), de 曹雪芹 Cáo Xuěqín

– Margen de agua (水浒传) también conocida como “Todos los hombres son hermanos y Proscritos del pantano, de 施耐庵 Shī Nài’ān

– El Romance de los Tres Reinos (三国演义) de 罗贯中 Luó Guànzhōng

– Viaje al oeste (西游记), también conocido como “El rey mono”, de 吴承恩 Wú Cheng’ēn

Otros títulos de la literatura clásica

– Historias extrañas de un estudio chino (聊斋志异), de 蒲松齡 Pú Sōnglíng

– Jin Ping Mei (金瓶梅), de 蘭陵笑笑生 Lánlíng Xiàoxiàoshēng

– Fengshen Yanyi o “La investidura de los dioses”

– Xing Shi Yin Yuan Zhuan o “La historia de un destino matrimonial para despertar al mundo”

Sobre estas obras, y cientos más, podrían llenarse bibliotecas enteras. Toda la literatura china comparte una característica: el retrato costumbrista de una China inhóspita a los ojos de Occidente y la crítica, en mayor o menor medida, al sistema imperial. De momento, en Argentina nadie acierta a ponerse de acuerdo en comparar qué obra de los clásicos chinos es “El Quijote” o el “Martín Fierro” chino.

No pueden perdérselos, ya que es incursionar en la historia, filosofía y poesía o prosa oriental.