

Este martes, las autoridades del gobierno sueco anunciaron a través de un comunicado la prohibición de la instalación de equipamientos de 5G provistos por las empresas Huawei y ZTE, ambas de origen chino. El fundamento de esta resolución tiene su asidero en las evaluaciones por parte de militares y de equipos de inteligencia del país escandinavo, que consideran dichas empresas como un peligro para la seguridad nacional. Es decir, se trata de “garantizar que el uso de las frecuencias no ponga en peligro la seguridad de Suecia”, indicó la Autoridad Sueca de Telecomunicaciones (AST), en el comunicado oficial.
Más adelante, la agencia complementa su justificación aludiendo que “La influencia del Estado de partido único sobre el sector privado del país implica fuertes presiones para que las empresas actúen de acuerdo con los objetivos estatales y las estrategias nacionales del Partido Comunista Chino”.
Esta resolución es la consecuencia de una nueva ley de seguridad que se había aprobado en el parlamento a principios de año, en la que se instaba a que se buscara a otros proveedores de tecnología para garantizar la seguridad de las telecomunicaciones.
Por otro lado, las redes ya instaladas de Huawei y ZTE tienen hasta el 1 de enero del 2025 para ser desmanteladas por completo e irse del país.
De esta forma, Suecia se une con Inglaterra al grupo de países europeos que se encolumna en la ofensiva alentada por Estados Unidos, en contra de las empresas chinas con el objetivo de buscar disminuir su influencia y generar perjuicios económicos y comerciales.
Estados Unidos viene alentando a que países de Europa se sumen a la ofensiva global contra el avance de las empresas chinas con el fin de salvaguardar su hegemonía económica. Robert Strayer, el subsecretario de Estado adjunto de EEUU para la comunicación internacional y cibercomunicación, fogonea dicha postura recomendando a los distintos países del viejo continente a que abandonen Huawei y que, en su lugar, recurran a los servicios provistos por otras empresas como Nokia, Samsung o la misma sueca Ericsson, que es la máxima competidora de Huawei. Estas dos últimas empresas, vienen de ser desplazadas por la empresa de origen chino en el ranking de empresas proveedoras de telecomunicaciones.
La empresa Huawei, por su parte, manifestó una honda “sorpresa y decepción” al notificarse de la decisión tomada por el gobierno sueco, y enfatizó que “no hay ningún hecho que apoya las acusaciones de que Huawei representa una amenaza para la seguridad”.