

La Organización de Cooperación de Shanghai, el organismo que coordina políticas multilaterales en materia de defensa y desarrollo para los países de Asia Central, se encuentra celebrando su 22ª reunión de mandatarios en la ciudad de Samarcanda, Uzbekistán. El evento ha despertado grandes expectativas en la prensa internacional al reunir de manera presencial a los líderes de la República Popular China y la Federación de Rusia, potencias que disputan el funcionamiento de un mundo unipolar.
Con el objetivo de realizar acuerdos y tratados entre los mandatarios, este encuentro de dos días ha convocado a los Jefes de Estado de Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, la India y Pakistán; además de los mencionados Rusia, China y Uzbekistán. También asistieron representantes de las naciones que participan de la OCS en calidad de observadores y socios de diálogo, y que podrían integrarla en el futuro. Uno de los puntos en agenda para esta reunión será la adscripción de Irán como miembro de pleno derecho dentro de la Organización, de la que participa activamente desde septiembre de 2021.
La expansión de la Organización de Cooperación de Shanghai para incluir a los países de la región bajo su esfera es uno de los aspectos más destacados de esta 22ª cumbre. La posible integración de Bielorrusia, Mongolia o Afganistán en este bloque fue motivo de especulación por parte de los especialistas, que señalan al crecimiento de la OCS como evidencia de la transición hegemónica hacia oriente. Sin embargo, gran parte del trabajo preparado para esta reunión consiste en la firma de acuerdos para la construcción de infraestructura estratégica, fundamental en la prosperidad del bloque.
La Organización de Cooperación de Shanghai se originó en la década de 1990 como el grupo de los “Cinco de Shanghai”, un organismo multilateral para gestionar la seguridad en Asia Central. Con el cambio de milenio este bloque adquirió su nombre actual, incluyendo a otros Estados de la región y expandiendo sus objetivos para potenciar el desarrollo estructural y cultural de los países integrantes.
En la actualidad este organismo ha incrementado su nivel de influencia, al punto de ser señalado por distintos think-tanks occidentales como “el intento de China para crear su propia OTAN”. Si bien la función militar de la OCS sólo se circunscribe a la seguridad interna de los países que la integran, su rol como espacio de coordinación para los Jefes de Estado tampoco puede ser menospreciado.
En este sentido, la reunión entre Vladimir Putin y Xi Jinping reafirmó la alianza existente entre ambos países, que comparten objetivos de mutuo beneficio en materia de Defensa. Durante la cumbre el Presidente ruso agradeció a su par chino el permanente apoyo de ese país hacia una resolución pacífica del conflicto en Ucrania, que incorpore acuerdos concretos para garantizar la seguridad de todos los países de la región. Por su parte, el Presidente Jinping también agradeció al mandatario ruso por defender el principio de “Una Sola China” respecto de la crisis política en la isla de Taiwán, cuya pretensión de independencia apoyada por Estados Unidos amenaza con desestabilizar la paz en el océano pacífico.