

Uno de mis libros favoritos de la literatura china clásica es sin duda alguna Viaje al Oeste (西遊記 ó Xī Yóu Jì), que si bien se considera anónimo, distintos autores han consensuado en atribuirle la obra a un erudito y escritor de la época, llamado Wu Cheng’en (c. 1500-1582).
Es un libro clásico, que ningún adolescente debe perderse, aunque a los adultos les brindará enseñanzas filosóficas con referencias al taoísmo y sus inmortales; a Confucio y su pensamiento; al budismo y figuras de este como los bodhisattvas, así como a la mitología y al folclore chino en general. Para los adolescentes será una aventura, para los adultos un aprendizaje existencial, ya que no sólo nos presenta lo antedicho, sino que nos enfrentará a la mortalidad, a la búsqueda de la perfección, la violencia y el caos de mundos paralelos de animales y humanos.
Viaje al Oeste data de finales del siglo XVI durante los Ming, si bien está ambientada en la dinastía Tang (VII-X), y es una de las obras maestras de los clásicos de la literatura china. Nos relata la odisea de un monje de dicha dinastía hacia la India, en la búsqueda de los sutras budistas. En su viaje “hacia el oeste” va acompañado por el Rey Mono llamado Sun Wukong, quién practica artes marciales; un espíritu “cerdo” amante de la comida quién puede volar utilizando sus orejas; y un monstruo devorador de hombres con tendencia a la depresión que proviene de una duna de arena.
Más allá que estos personajes suenen altamente disparatados, el libro es considerado una obra maestra de la misma calidad que Don Quijote o Los cuentos de Canterbury.
La obra comienza con un prólogo (de siete capítulos) donde nos relata el nacimiento y los muchos intentos de Sun Wukong para alcanzar la sabiduría inmortal. Nace en la Montaña del Fruto de Flores de un huevo de piedra; nombrado como Rey Mono al lograr ingresar a la Cuerva de la Cortina de Agua, por la que su tribu de monos le da el título de “Hermoso rey mono” (美 猴王). Después de ver morir a un compañero mono a causa de la vejez, decide viajar por el mundo en busca del Tao y encontrar la manera de poder vivir para siempre. El “Gran Maestro de Bodhi” (菩提祖師) le enseña los 72 métodos celestiales de transformación y una “nube de salto de agua” que le permite viajar 108.000 li instantáneamente. Como se caracteriza por sus travesuras, enfurece a varios dioses, quienes recurren al Emperador de Jade, decidiendo darle el puesto de Guardián de los Caballos (弼馬溫) para tenerlo controlado. Cuando el Rey Mono se da cuenta de que se le dio una posición baja y no se le considera un dios, enfurece y regresa a su montaña y se declara el “Gran Sabio Igual al Cielo”. Ante esta afrenta, el Emperador de Jade envía sus soldados celestiales para arrestarlo, sin éxito alguno obviamente, de modo que es nombrado guardián celestial del Jardín de Melocotones. Los melocotoneros del jardín dan frutos cada 3000 años, y comerlos otorga la inmortalidad, por lo que Sun Wukong se los come. Gracias a estas actitudes y otros problemas que causa en el cielo, el Emperador de Jade pide ayuda a Buda, quién sella a Wukong debajo de la Montaña de los Cinco Elementos, donde quedará atrapado por 500 años, hasta su liberación cuando Buda le autoriza a salir para encomendarle el cuidado del monje Tang Sanzang (o Xuanzang) en su travesía para expurgar sus pecados.

Fuente: journeybacktothesource.com
El monje Tang Sanzang (唐三藏), es un monje budista que parte hacia el reino de Dahila (天竺 國), una antigua denominación de la India, para recuperar los sutras budistas que pertenecían a China. Aunque no puede defenderse a sí mismo, la diosa Guanyin lo guía para encontrar discípulos poderosos que lo ayuden y protejan en su viaje y a cambio, los discípulos recibirán iluminación y perdón por sus pecados una vez que el viaje haya terminado. En el camino ayudan a los habitantes locales derrotando a varios monstruos y demonios que intentan obtener la inmortalidad consumiendo la carne de Tang Sanzang. Por otro lado, esta diosa le da el poder a Sanzang para controlar el comportamiento de Wukong, colocando una banda alrededor de su cabeza que no puede ser removida por el mismo Sun Wukong hasta el final del viaje. Tang Sanzang puede tensar esta banda cantando el Mantra de apriete de anillos siempre que necesite castigarlo o mantener su temperamento.
Junto a dos discípulos más, ambos inmortales caídos en desgracia, avanzarán rumbo al oeste siguiendo la ruta de la seda a través de Xinjiang, Tibet, Nepal, y finalmente India.
Los otros dos discípulos son Zhu Bajie (豬八戒), quién una vez fue un inmortal como Mariscal del Pabellón Celestial al mando de 100.000 soldados navales de la Vía Láctea, fue desterrado al mundo mortal debido a que bebió demasiado durante una celebración de los dioses e intentó acosar a la diosa de la luna Chang’e. Su lujuria lo llevó a una aldea donde se hizo pasar por un joven apuesto y ayudó a derrotar a un grupo de ladrones que intentaron secuestrar a una doncella, con quién fue autorizado a casarse, aunque lamentablemente el día de la boda volvió a beber demasiado, haciéndole regresar a su forma original de cerdo y ocasionando un gran revuelo en la aldea. En este punto, Tang Sanzang y Sun Wukong llegan al lugar y ayudan a derrotarlo para acabar uniéndolo a su grupo de viaje. Su arma preferida es el jiuchidingpa (un rastrillo de hierro de nueve dientes). Es capaz de realizar 36 transformaciones y puede viajar sobre las nubes. Se destaca por sus habilidades de lucha en el agua, que utilizará para combatir a Sha Wujing, quien más tarde se unirá a ellos en el viaje.
El último discípulo es el recién mencionado Sha Wujing (沙悟浄) que significa “Arena despierta a la pureza”. Fue una vez un General Celestial Levantador de Cortinas asistente del carro imperial en el Salón de la Niebla Milagrosa. Exiliado al mundo de los mortales por romper accidentalmente una copa de cristal perteneciente a la Reina Madre de Occidente, lo hicieron parecer un monstruo. El horrible inmortal se instala en el río de las Fluidas Arenas, atemorizando a las aldeas circundantes y a los viajeros que intentan cruzar el río. Cuando Tang Sanzang llega para cruzar el río, Sha Wujing es derrotado por Sun Wukong y Zhu Bajie y lo acogen como parte de la peregrinación a Occidente. El arma de Wujing es un bastón mágico de madera envuelto en hilos nacarados, conoce 18 métodos de transformación y es muy eficaz en el combate acuático. Es el más obediente, lógico y cortés de los tres discípulos y siempre se ocupa de su maestro, rara vez participa en las discusiones, no tiene grandes defectos ni características extraordinarias. Aunque se lo ve como un personaje secundario, es el pacificador del grupo.
En el curso del viaje, este excéntrico grupo encuentra budistas asesinos, taoístas pérfidos, podredumbre en la sociedad y monstruos de todo tipo. En muchas ocasiones son capturados, atados y en otras están a punto de ser troceados o hervidos en distintas formas.
Después de vivir exactamente 81 calamidades de esta índole, el monasterio y Tang Sanzang reciben las escrituras del Buda viviente.
Esta obra captura en detalle la compleja sociedad china de la época, su política, sus creencias religiosas; todo en el contexto de una aventura cómica que es profundamente subversiva para muchas percepciones occidentales sobre la cultura china. Rompe el estereotipo de la China Imperial como autosuficiente, aislacionista y xenófoba. Viaje al Oeste nos brinda otra óptica, una donde los chinos tienen fascinación por lo foráneo y los héroes que llevan a cabo una tarea divina distan de ser perfectos, los subordinados de Buda llegan a pedir a Tang Sanzang y a sus discípulos un soborno antes de darles los sutras. Por otro lado, se nos muestra a la burocracia y el gobierno del Cielo como un reflejo del mundo humano, representando la no perfección y la realidad del ser humano.
Viaje al Oeste ha demostrado su influencia global, a través de varias adaptaciones en obras de teatro, cine, cómics, animé. ¿Recuerdan a Son Goku? Un niño de otro planeta que se transforma en mono con la luna llena, viaja montado en una nube por todo el planeta y tiene como arma una barra que puede ampliar de tamaño a voluntad. Pues bien, ese personaje que tuvo a los niños horas y horas ante la televisión es un alter ego del Rey Mono.
Esta obra es, por lo tanto, imprescindible de conocer en el caso de que se desee ahondar en la literatura, el mundo y la cultura china ya que, nos muestra el mundo y el contexto de la China en el momento en que fue escrita.